miércoles, 6 de agosto de 2014

Otra de las tantas utopías

Mi mundo perfecto. Voy en una moto, con mi morral pegado a mi espalda, la laptop dentro de ella. En el bolsillo el celular, conectado al audífono. Son las siete de la mañana. El olor a aire limpio inunda el pequeño círculo de bancas de madera de tantas que hay en la plaza, llena de árboles, césped recién podado y flores por doquier. Una reunión interdisciplinaria para afinar los detalles en conjunto. Nos conectamos a la red wi-fi de la plaza. Todos los archivos están desde siempre sincronizados, faltando sólo algunos que se hicieron y aún no se habían podido conectar debido a que estaban de viaje. Dos personas no están en la reunión, pues se encuentran en otro país. Aun así, están reunidos con nosotros a través de videoconferencia. La reunión dura poco. Al terminar, desayunamos en el kiosco de la plaza. Luego, algunos se van a sus oficinas, otros tienen que tomar un vuelo; los que viven cerca, se quedan para hacer su ejercicio matutino. Yo me quedo disfrutando del paisaje y de las chicas lindas que hacen ejercicio. Me pongo los audífonos, con el celular en la banca mientras empiezo a hacer las correcciones.

Es demasiada utopía para mí. Veamos por qué. La seguridad en mi país no es de las mejores, de hecho, no le falta mucho para estar en las peores. Nadie, absolutamente nadie, lleva a pasear su laptop, a menos que sea estrictamente necesario, y mucho menos mostrarlo en público, en una plaza, y a las siete de la mañana. Dejar el celular en una banca, es atraer a dos posibles delincuentes: el ratero que rompe record de cien metros planos, o el pistolero implacable, puedo dudar de su puntería, pero nadie falla a treinta centímetros de distancia.

Por otro lado, las consultoras, capaces de reunir a un equipo interdisciplinario, jamás, jamás, hacen una reunión fuera de una oficina, con su mesa redonda, sus sillas, su iluminación y sus respectivos proyectores o pantallas gigantes en su defecto. Pretender que algunos asistan por teleconferencia, es un insulto, una falta de respeto para los que se encuentran presentes en la reunión.

Además, aunque no siempre es así, la gente procura tomar el primer avión que salga, es decir el de las seis de la mañana, por lo que tienen que estar en el aeropuerto dos horas antes. Es el único que es puntual, si es que un atraso de hasta veinte minutos sea tolerable. Luego, los vuelos subsecuentes irán acumulando atrasos, a tal punto que el de las tres de la tarde, podría estar saliendo a las diez de la noche. Las inclemencias climáticas nada tienen que ver, pues en Venezuela, la mayor parte del tiempo es buen tiempo. Por cierto, no me acordaba que aquí las plazas no tienen wi-fi… bueno recientemente, habían anunciado que instalarían en las plazas principales, pero de ser cierto, la conexión de seguro no llegaría ni a 52 kbps, una velocidad similar a los módems ruidosos de antaño.

2 comentarios:

  1. Aquí también sería una utopía tu relato inicial (aunque por unos momentos pensé que estabas contando una escena en la plaza Bib-rambla de aquí). Se roba, pero no lo suficiente como para tener miedo a sacar el pc de paseo. Se suele ver en los parques y las plazas a gente conectada (aunque se ven más con tabletas). Lo de tener reuniones con videoconferencias (con el skype, en realidad) es prácticamente imprescindible porque trabajamos con gente que está en Málaga o Barcelona. Pero siempre vamos con la hora muy ajustado y las reuniones se suelen reducir a cinco minutos o menos, para aclarar alguna incidencia. Y lo de tomar un vuelo, sobre todo ahora en verano, es una locura porque cualquier sector del que depende el avión (pilotos, controladores, azafatas, etc) se pueden poner en huelga de la noche a la mañana y dejarte en tierra (de momento, este año, tenemos suerte).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ah! que felicidad! poder sacar una tablet en la mitad de un parque! aquí las tablets no pueden quedar a la vista, pasan de ser tablets personales a ser tablets robadas. No había tomado en cuenta, las huelgas que están ocurriendo con frecuencia en estos últimos años gracias a la crisis, pero seamos claros, en condiciones normales, (cero huelgas, cero inclemencias climáticas) no hay retraso, cierto? Aquí nunca hay huelga, ni inclemencias climáticas, pero siempre hay retraso.

      Eliminar