jueves, 20 de noviembre de 2014

Recuerdos de la infancia

Quiso el destino, que mientras leía el blog de una amiga, la misma que siempre menciono, acerca de un fragmento de su infancia, que según veo ha estado plagado de grandes y pequeñas aventuras, leí en el periódico local acerca de un estudio en donde afirman que no recordamos conscientemente nada de lo ocurrido desde que percibimos al mundo como recién nacidos hasta aproximadamente los dos o tres años de edad.

La verdad, es que para quien aprendió a hablar y caminar a los cuatro años de edad (al menos así cuenta mi madre) no recuerdo lo retratado en las fotos viejas y amarillentas que mamá aún tiene de mí, con un conjuntico tipo mario-bross. A veces me tomo la molestia en pensar, ¿qué pasaría si un día despertara y no me acordara de absolutamente nada? ¿podría eso ocurrir? (claro, obviando el hecho de que pueda sufrir de Alzheimer) ¿Debería hacer algo por si acaso eso llegase a pasar?

La respuesta es que ya tengo la respuesta al dilema: un código QR tatuado en mi brazo, que al leerse, me dé la dirección de algún almacén en la nube, la clave para acceder y el documento a buscar, el cual contendría toda la información, que como mínimo debería conocer.

Por ahora, es una solución que aún no voy a implementar. El día que decida hacerme un tatuaje, pondré manos a la obra. Faltaría buscar que quien me tatúe, tenga el pulso y la paciencia suficiente para tatuar correctamente el código.

Dilema existencial.


No tengo ni idea de qué le dio título a esta entrada. Lo tenía como borrador, supongo que hace más de cuatro semanas, así que no me acuerdo en lo absoluto del motivo. Total, como todo buen chino, que no desperdicia nada. (limpio los frascos de salsa con la pasta, el tubo de pasta dentrífica queda sin pasta, y la olla de comida la repaso con el contorno que tenga a la mano, sea arroz, pasta o pan) haré uso del título para algo que tengo en mente.

Por una parte, disfruto mucho estar aislado. De ser posible, vivir como un hermitaño, lejos de la civilización, del contacto humano. Por otra parte, mi arraigada tecnopatía, me impide abandonar esta sociedad. Aunque admito que sé sobrevivir a los apagones de hasta cuatro días, estar sin intenet por semanas, sin servicio de agua hasta un mes. La verdad es que me siento incómodo sin esas facilidades.

Supongo que puedo echarle la culpa a mamá y a mis profesores de universidad. Mi madre siempre me inculcó la idea de no platicar nada con nadie, pues los secretos sólo son seguros consigo mismo. A menos información tengan de nosotros, estamos menos vulnerables y expuestos. Volviéndome seriamente introvertido, (en este punto admito que es una acusación muy injusta, pero es mi entrada es mi razón). A pesar, de que ya soy menos introvertido, soy bastante reservado a contar mi vida personal, me limito a hablar de política, cosas de la carrera, comida, cocina, pero nada de mi vida personal. Me atrevería a decir que quienes leen mi blog, conocen mejor mi vida que mis más allegados.

Por otra parte, tuve una profesora, que dijo "los problemas de uno, los resuelve uno mismo¨ y otro que dijo " el que mucho habla mucho caga, el que poco habla poco caga, el que no habla no la caga" y el que más me marcó: "quien te entiende, no tienes que explicarle nada, quien no te entiende no vale la pena explicarle, porque después se enreda la petaca. Si lo que quieren es resultado, dénselos y listo, digan según los cálculos, según las cuentas y listo"

Extrañamente, la mayoría de la gente que me rodea, sean conocidos, o gente que simplemente comparte una temporada y ya, no tienen esa perspectiva. Me toman como si fuera su confesionario o su confidente, contándome absolutamente todo a cerca de sus vidas, como si me presentasen su biografía, incluyendo temas que yo jamás mencionaría, (tal vez lo haga en este blog).

¿Es que soy yo el que está mal? ¿Acaso escribir en este blog no ratifica el hecho de que necesitamos expresarnos? ¿de que deba compartir mi interior (no confundir con ropa íntima) con otra persona? Mientras mi dulzura me cuenta de todo, yo me limito a decir que mi vida es monótona, que en la oficina soy yo sólo contra el mundo entero, y que mi vida está circunscrito por una pc y un celular, que por cierto mañana tengo que ir a comprar la SIMcard para ponérselo al potecito de reserva. Por cierto, ahora que lo veo, pareciera que me estoy volviendo emo, mejor y escribo algo más... o mejor dicho, menos, sentimental.

Servidores honestos

Para nadie es un secreto, (lo dije sólo porque jamás usaré eso en mis documentos técnicos, que por cierto me tocan redactar un montonal para lo que quede de año, y probablemente parte del otro), que los servicios, sean públicos o privados en mi país, son de lo peor, en cuanto a calidad, costo, atención pre y post-venta, sean privados o peor aún públicos.

Ejemplo el transporte, al menos en mi ciudad, no es público, la calidad del servicio lo describí en alguna entrada pasada. La energía eléctrica, propiedad del Estado, fluctua frecuentemente, con altibajos en la tensión eléctrica que más de una nevera, aire acondicionado y equipos delicados se han dañado. Los protectores de voltaje son un accesorio imprescindible a la hora de adquirir cualquier equipo.

Finalmente, el que le da cuerda a esta entrada, el internet. He perdido la cuenta de la cantidad de veces que he llamado a la compañía telefónica, la única del país por cierto, (hay otras dos de caracter privado, pero son peor aún, lo sé porque en la oficina usamos una de esas) y como siempre, las mismas pruebas de siempre: los cablecitos, el filtro, las luces, conecte aquí, empate allá... con todo y que le menciono a la operadora que todo ese protocolo ya lo he cumplido antes de llamarla.

Pero finalmente me topé con un operador serio y responsable, al menos en su trabajo. Apenas tomó mis datos, se percató que lo que he llamado es un vergüero (expresión venezolana que bajo este contexto significa una gran cantidad de veces, también puede significar problemas o desastre) y al preguntarme si ya cumplí con el tedioso protocolo del cablecito el filtro... se limitó a decirme que lo deje así, y que asignaría un técnico a mi caso.

En este punto, debo aclarar, que todas las veces que he llamado, al día siguiente o a los dos días, el internet se restablece. Desconozco si es que lo repararon o simplemente se arregla sólo. Continuando con la historia, a los dos despierto con el internet restaurado. Navegué, revisé el blog de una amiga (al menos así la considero) revisé el correo. Estando en el trabajo, el técnico de internet se comunica conmigo. Le cuento a fondo el problema, Los sucesos que ocurren antes de que el internet deje de funcionar (lluvia y apagones), y con un ton muy sincero, muy humano, muy de vecino, "hermanito, ese problema es solventable, pero no aquí, ni ahora, ni en un futuro cercano. Los postes y tableros de telefonía, perdieron su hermeticidad, y hay ciertos servidores, que al caerse, tardan días en restablecerse, un sin fin de cosas más, y no hay repuestos para ningún tipo de mantenimiento. Sólo tenemos unos cablecitos, una que otra herramienta y nada de fuerza de voluntad, pues los técnicos somos los que se calan las malas caras de la gente, como si tuviéramos la culpa.. Si ya le volvió el internet, disfrútelo hasta que llueva o caiga otro apagón. Llame otra vez, para que reestablezcan el servidor y le de tiempo a los tableros de secarse. Mientras tanto entonces, voy a dar como resuelto el caso, le parece?"

Nuevamente debo aclarar, que lo dicho por el técnico está algo parafraseado, pero tengo la certeza que expresa todo lo que escuché a través del auricular de mi teléfono que recién me robaron, de nuevo. De ahora en adelante, solo potecitos clase pa´ botar. 

Alérgico a los smartphones.

Vuelvo a ver ser víctima del hampa. No me quejo, supongo que es algún especie de destino anexado. Esta vez, ocurrió sin sustos, pistolas, ni anuncios. Como siempre, abordé un bus repleto de gente, del cual tengo una maestría en contorsionismo, pedir permiso, pisar pies y que me pisen. Subo con celular, bajo sin celular. Donde ocurrió el incidente, dentro del bus, cuándo, la verdad no lo sé. Cómo, supongo que fue durante una de las tres restregadas durante la bajada de la gente. En este instante, tengo sentimientos encontrados. Por una parte, la rabia e impotencia el que haya perdido un objeto preciado, que sé que quien lo tiene no le dará el valor que le di. Tuviese el botón para lanzar una bomba nuclear a la ciudad, y no dudaría en presionarlo, total hasta le haría un favor a la alcadesa: acabaría con la basura que al parecer van a decretar emergencia de salubridad (el peor chiste político que he escuchado hasta ahora). Por otra parte, un alivio de que como a la tercera va la vencida, ocurrió de la mejor manera.

Y ¿qué de las primeras dos veces? en ambas, la oscuridad hecha tiniebla reinaba sobre la ciudad, y es literal, porque el alumbrado público está hecho un asco, funcionará al 20% y si acaso. La primera, me interceptaron dos motorizados a tres cuadras de la casa, mi reacción fue salir corriendo a velocidad demonio en sentido opuesto. Hoy día aún me pregunto por qué no me hicieron nada. Extrañamente ocurrió cuando recién compre el celular.

La segunda vez, fue en el centro de la ciudad. Estaba atento a cualquier movimiento. De repente vi dos sujetos sospechosos delante de mí. Volví a correr a velocidad demonio. Uno de ellos logró alcanzarme a dar un empujón. De haberme caído, le habría llegado al filo de una pared derrumbado, Como pude y manteniendo la velocidad, logré recuperarme y llegar hasta la mitad de la carretera, con autos pasando de un lado a otro. Nuevamente desistieron en la persecución.

Desde entonces, tengo pesadillas con esas escenas. No llegan a ser frecuentes, de hecho, ha sido una sola vez, pero estaba consciente que algún día no me escaparía. y probablemente deje de escribir, algo que no sería atípico en una ciudad, donde todos los días, la página de sucesos del periódico tenía tantos muertos, que decidieron crear un cuerpo completo para esa sección.

Bueno, creo que ya me liberé y me desahogué. y también tengo hambre. A ver que hay para preparar y después comer.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Al fin vuelvo a escribir

Muchas cosas han ocurrido desde la última vez que escribí. Desde los mismos problemas perennes como la falta de internet, sobrecarga de trabajo (qué felicidad, disfruto ser infeliz), y otros más peculiares como la chicungunya que me dio (y sigue azotando). Más reuniones de las que no llevan a nada, y el trajín por conseguir comida.

Esperemos que esto no se quede sólo en estos párrafos. Hay mucho trabajo pendiente, pero qué importa, desahogarse de vez en cuando es bueno para la salud.

domingo, 19 de octubre de 2014

el significado de un caballero.

La educación, al menos en mi ciudad se ha deteriorado enormemente. Arrojar basura en la calle, malas palabras en cualquier sitio, actitudes abusivas por parte de los chóferes de los transportes, nada de buenos días, nada de gracias, y menos un por favor. Todo es a gritos, todo es por la fuerza, parecemos más bárbaros que ciudadanos. De acuerdo a mi jefe, eso se debe a que no somos una ciudad, sino un pueblo grande. Sus argumentos son muy convincentes, desde el comportamiento, hasta la vida social, económica y cultural de la ciudad parece más el de un pueblo, que el de una ciudad.

Estando en un bus, que casi siempre parece una lata de sardinas humana, un asiento ocupado es de tontos cederlos, al menos así piensa la mayoría. Las burlas están aseguradas para quien, con un una pizca de conciencia, cede su puesto a un anciano, a una embarazada, o a una mujer con un niño en brazos. Nunca falta la señora cansada, con un montón de bolsas de compra, un niño de seis años, gritando: "¿es que no quedan caballeros?" y menos falta quien responda: "caballeros hay, lo que no hay son asientos".

Una reunión. Me lleva a tomar un bus en la primera parada. Ocupo el último de los puestos, mi parada está muy lejos. Por alguna razón, a mitad de trayecto, una señora, llegó justo a mi lado, con una cara de cansancio. No dudé en levantarme, y cederle mi asiento. Una sonrisa se dibujó en su cansado rostro, un gesto de agradecimiento: "aún quedan caballeros".  "caballero", pensé para mis adentros. Recordé un fragmento de la película "corazón de dragón", en donde el protagonista evocó el juramento de un caballero, recuerdo que retazos, pero no el juramento completo. Aprovechando la magia de internet, aquí está, textualmente como aparece:

"Un caballero ha jurado su valor. 
Su corazón conoce sólo la virtud. 

Su espada defiende a los desvalidos. 
Su poder sostiene a los débiles. 

Su palabra dice sólo la verdad. 
Su ira deshace la maldad"

Recordé las dos últimas estrofas. mi respuesta para el agradecimiento de la señora, fueron: "Señora en verdad ya no quedan caballeros, pero hay un asiento desocupado para usted". Caballeros, es una palabra demasiada grande para cualquier hombre, al menos en base al juramento, aún más para mí: Soy cobarde, nada virtuoso, soy de los que dice aquí corrió que aquí murió, de chiripas sostengo mi propio peso, no soy un mentiroso empedernido, pero siempre me acompaña una mentira blanca, y mi ira, sólo sirve para hacer el ridículo. Definitivamente no soy un caballero, y creo que político que se respeta tampoco.

Haciendo trampa.

Finalmente arreglé la tubería como debe ser. La primera arreglada, es decir, la provisional, fue casi un mes después de que me incendiaran la tubería de agua. Tenía las reservas completamente llenas, así que, con un poco de redistribución de uso, logré que me rindiera hasta poder arreglar la tubería.

Debo aclarar, que hice trampa. El agua de las reservas, las utilicé exclusivamente para ducharme y cocinar. Aproveché el cariño de mi dulzura, y su crítica respecto a que mi ropa olía a jabón, para que me lavara la ropa de dos semanas. Ahora que lo veo, me da bastante vergüenza decirlo, Menos mal que estas entradas las lee tal vez una sola persona, así que tampoco tengo qué esconder, total, estoy consciente de que soy un tanto abusador.

Todo el agua que bajaba del fregadero, se recolectaba para luego echarlo a las pocetas. El tiempo de ducha servía para lavar la muda de ropa diaria, salvo los jeanes. El agua potable se reservaba para cocinar, pues lo que es agua para tomar, me aseguraba de consumir la que el cuerpo requiere en la oficina. Para ser un hippie, creo que no está nada mal. Todo esto me servirá para proyectar el edificio inteligente, algún día, que no será hoy.

Con la tubería arreglada definitivamente como debe ser, el tanque lleno, y dos envases adicionales que desocupe, pues estaban ocupados por las checheres de mamá. Estaba para volver a batir el récord, quizás unas cinco semanas. Menos mal que esa locura se vio truncada con una llamada telefónica: el edificio de mi hermano se quedó sin agua, al igual que su apartamento. Mi hermano, al igual que yo, es demasiado orgulloso para pedir algo, así que, estando él en el trabajo, su esposa, mi cuñada, la cuaima-rasic park, Al igual que mamá, nunca tuve nada contra ella, algo que no era recíproco. Por alguna razón nos odia a muerte, como si fuéramos los culpables de toda su inexistente desdicha: un esposo amoroso y hogareño, dos niñas cariñosas e inteligentes, un apartamento pequeño pero acogedor, un carro con el que ir y venir, y paseos familiares frecuentes. Aún así nos odia. Finalmente ella hizo la llamada. Necesitaba agua.

Siempre me pregunté como reaccionaría cuando esta situación se presentase. Y ocurrió exactamente como yo esperaba. "Trae lo necesario". Esas fueron mis palabras. No sé de donde mi hermano sacó seis contenedores de 20 litros, lo cierto, es que mi cuñada llegó a mi casa, (vivimos a pocas cuadras, sin embargo no nos visitamos). con esos seis contenedores en una carretilla. Me encargué de llenarlos y llevarlos hasta su apartamento. Con eso, vació mis dos envases, y una tercia parte del tanque. Según mis cuentas, les debe de rendir para escasos dos días. Es que son en total cuatro personas, y a diferencia de mí, no tienen comodines para hacer trampa.  Con un tercio restante de tanque, debe de durarme sin problemas unos cuatro días, sin la locura de reciclar el agua, claro está.

Se supone que el agua llegará mañana. Buenas noticias para todos, para mí, y para la familia de mi hermano. Esperemos. Vivo en Maracaibo, ciudad llena de sorpresas. en especial con lo relacionado a los servicios públicos. 


miércoles, 15 de octubre de 2014

Diferencia entre costo y valor.

De acuerdo al DRAE, ambas palabras son sinónimos y en dado caso, poseen el mismo significado. Difiero de ello, pues aunque son parecidos, tienen una esencia totalmente distinta, la primera es más material, lo cual no implica que no tenga un componente, digamos, espiritual, mientras que la segunda es lo totalmente opuesta. En este punto, debo aclarar, que esta es mi versión, basada en la información que poseo, y como tal, puedo decir lo que se me venga en gana, cual niño caprichoso, con el firme propósito de establecer mi punto de vista, y a partir de allí, poder conocer otros distintos al propio.

Costo, es el precio, el esfuerzo requerido para obtener algo, sea un bien material, un servicio, incluso una experiencia y me atrevería a señalar una sensación o un sentimiento. Es cuantificable, y bajo las mismas condiciones, es idéntico para cualquier persona: Cuánto cuesta un celular? Una determinada cantidad de dinero. Cuánto cuesta convertirse en un profesional? Un precio, un tiempo, un esfuerzo y un sacrificio determinado, variando únicamente debido a las condiciones económicas, sociales y tal vez intelectuales de cada persona. Cuánto cuesta reunir a la familia en una misma mesa? Tiempo, un poco de dinero, tal vez sacrificios por parte de cada miembro para poder estar presente.

Valor, es el significado, es la valía, es lo útil, es la satisfacción que ofrece ese bien material, ese servicio, esa experiencia, esa sensación, ese sentimiento, que nos costó conseguir. El valor de estas cosas, puede ser mayor, igual o menor que el costo. Veamos:

Un celular inteligente: cuesta lo mismo para cualquier persona. Vale para las personas que sólo saben llamar y recibir llamadas lo mismo que un celular económico; para las que requieren de revisar correos, hacer negocios, portar información, realizar documentación fotográfica, hacer transacciones, vale lo que cuesta.

El servicio de Internet: cuesta lo mismo para cualquier persona: Algunos lo pagan sin siquiera usar, lo que significa que no les vale nada. Para otros, que significa comunicarse con sus seres queridos, desarrollar sus proyectos, realizar sus negocios, mantener el control de su empresa, es invaluable.

Reunirse en la misma mesa: para los que lo hacen todos los días, lo que significa que no les cuesta nada, les da igual estar reunidos, o comer separados, cada quien en su cuarto con su televisor; para los que cuesta un montón, es una sensación que no tiene precio.

Si preguntan el por qué de tanta inspiración, se lo debo al cajero de una farmacia que dijo: “quinientos bolos no son nada”. La verdad no vale nada, podría ser la comida de tres días para un hogar pobre, y sin embargo no alcanzar para una comida en la calle para dos personas. Sin embargo, cómo cuesta conseguirlo, pues representa el 11% del salario mensual de cualquier persona, sea profesional o sextogradero, lo que se traduce en tener que trabajar tres días para conseguirlo.

lunes, 13 de octubre de 2014

Tormenta de ideas o ideas tormentosas?

Estoy en el receso de una reunión que probablemente me tome toda la tarde (el muerto de ultratumba de hace dos entradas me quitará literalmente el sueño). De acuerdo a las leyes de Morphie, cuando todos están preocupados menos uno mismo, es porque no ha visto el problema. Creo que estoy en ese punto. Una construcción modular, con una fecha de entrega reducida, y demasiadas manos en la masa.

En mi imaginación, la reunión no duraría más de dos horas, pero al ritmo que va, llegaré a la oficina en la noche. Qué más da. Poder hippie ven a mi.

posted from Bloggeroid

Controlamos el ébola

Ya mi lado hipie está empezando a sucumbir frente a una temida realidad: el ébola salió de África. Al llegar a Europa y estados unidos, está a un vuelo de distancia de mi país. Ya llegó a Brasil. En colombiano hay un africano sin síntomas, pero no lo tienen aislado, sino solo bajo vigilancia.

Mi presidente, (no soy oficialista, pero el técnicamente está bien expresado). Dijo que el ébola no entrará a Venezuela, que ya compró los aparatos (????) y que ya se reunió con los .ministros. Cómo hará para cumplir con su promesa? No podemos ni contra un mosquito, no tenemos medicamento ni para las hemorroides, no tenemos insumos para las operaciones básicas de un hospital, tendremos contra el ébola?

La respuesta es un rotundo SÍ. contrario a lo que la gente piense, imagino que aplicarán el arma más efectiva, conocido como "mochar rabos y orejas". Negro que ven bajar de un avión, devuelven el avión completo de regreso. Por algo están reduciendo los viajes al exterior.

Ahora solo falta que el africano que está en Colombia no sea un portador contagioso asintomático. Si llega a serlo, mató a toda Colombia, mató a Venezuela, y definitivamente acabará con la inseguridad, la corrupción, y los problemas económicos de mi país.

posted from Bloggeroid

Muertos de ultratumba

Nada más complicado que la remodelación de un apartamento existente, sobre todo cuando son unos millonarios con sus peticiones de alcurnia y al rey del frío que solicitó el apoyo de mi jefe, recayendo la responsabilidad sobre mi.

Primero, cero ruido. Nada difícil de lograr. En lo posible cero cielorraso. Ya la cosa se complica. Una columna atravesada, y una viga que me deja 20 cm de espacio para ductos ponen en proyecto en jaque. El mate lo pone el tiempo de entrega: es para ayer. Ya veremos que milagro hace un poco de cafeína luego de este corto periodo de abstención.

posted from Bloggeroid

martes, 30 de septiembre de 2014

Inamobilidad pa´rodar

De algo que siempre he podido presmir, es mi combinación de velocidad  y agilidad con los pies. Correr, brincar, cambiar de posiciones bruscamente es algo que hago de manera natural, y me gusta hacerlo. Correr tras un bus, huir de un perro bravo y grande (si fuera chiquito no correría), pegar brincos para esquivar charcos de agua, agacharme, sentarme, pararme, todo en un sólo segundo, incluso con algo de peso, tampoco me representa inconvenientes... hasta hoy.

Un acné monstruoso en el tercer ojo, (ese que es ciego) me ha dejado sin poder hacer casi nada de lo que más me gusta hacer. Es todo una penuria estar de cualquier manera: estar de pie, sentado, acostado; peor aún cuando hay que caminar o subir escaleras; correr es literalmente un suicidio ante el dolor producido. 

De momento, creo que la cosa ha mermado un poco, o al menos ya recuperé un poco de movilidad. Aunque según mis análisis basados en síntomas presentes, aún no podré correr ni hacerme el héroe. supongo que esto es una especie de vacaciones que Dios me habrá concedido para reflexionar sobre aquellas personas que simplemente no podrán moverse como quieren, cuando lo mío es solamente temporal (espero, porque según la información en internet, si se prolonga puede tener complicaciones a largo plazo).

Menos mal, que estas entradas creo que no las lee ningún conocido, y si lo hace, pues en dado caso, seré una de las pocas personas que rompan con el tabú. Total, le pasa a cualquiera así que no le veo el por qué de tanto misterio.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Mal vecino

No me considero un mal vecino, si aplica el lema que quien no molesta es buen vecino. Lástima que no puedo decir lo mismo de quienes me rodean. Gracias a la alcaldía, que no recoge la basura, la acumulación llevó a unos de los vecinos a cometer el acto primitivo de regarle combustible y prenderle candela. Muchos asfixiados desprevenidos, y la tubería de agua principal de mi casa quedó hecho añicos. Resultado: no pude almacenar agua de la calle que llega una vez por semana. La buena noticia es que tengo reserva para una semana más, la mala es que dispongo de sólo cinco días para reparar la tuberia, comenzando por excavar para averiguar donde está el otro extremo, en medio de toda la basura quemada.

posted from Bloggeroid

viernes, 19 de septiembre de 2014

ASOBUZU

Asociación de Brujos del Zulia. en mi ciudad, todos los talleres automotrices están compuestos por mecánicos que han aprendido a fuerza de echar a perder, quienes solucionan los desperfectos con acciones en vez de buscar el problema y corregirlo. NO cuentan con aparatos de medición, sino herramientas para armar y desarmar, chicles, alambre de acero galvanizado y una pésima atención.
El carrito de la oficina, sufrió un desperfecto hace dos meses. La computadora, lo que llaman la ECU del motor, se quemó, producto de una falla eléctrica. La ECU no se conseguía, y nadie daba con la falla eléctrica del auto. Tras esos dos meses de bregar, mi jefe al fin logró conseguir la preciada computadora por internet, (lo más probable que robada), y resolvió llevarlo a un taller con una instrucción clara: "reemplacen estos dos termopozos, no hagan más, no hagan menos¨.

Al hacerlo, finalmente dieron con lo que estaba causando un fallo eléctrico: una fuga de agua desde el motor, producto de una mala conexión, en donde en vez de colocar un sello de goma, colocaron una astilla de palo de escoba. El agua caía al alternador, que lo cortocicuitaba y terminaba quemando todo lo que estuviese conectado a ello. 

Desde ese entonces, mi jefe se inventó la asociación que le da nombre a esta entrada. Soy miembro honorario de ella, pues en lo que respecta a computadoras soy un simple aficionado, que sabe como resolver cada problema que se presente, pero sin saber el origen de la misma. Al menos yo lo admito, los mecánicos, se creen la verga de triana.

Buses mastodónticos



Cuando estuve en Hong Kong, tuve el privilegio de montarme en un bus de doble altura, idénticos a los buses de Inglaterra, supongo por ser para aquel entonces una colonia británica. Aunque no tenían aire acondicionado, y las condiciones tampoco lo ameritaban, era muy cómodo, bien diseñado, respetaba las paradas, el pago del pasaje era prácticamente automático (según me cuentan ahora definitivamente lo es).

De vuelta a la realidad, o mejor dicho, a mi realidad, este bus y el resto similares a él, son una parte del medio de de transporte urbano de mi ciudad.

La cámara disimul mucho el sucio, los golpes y óxido que tienen. A estos buses les ha pasado de todo, se han incendiado, safado el eje trasero, roto la caja, las ventanas están incompletas, hay huecos en el piso desde donde se ve el asfalto circulando detrás del bus... Imagínense un sol inclemente, sensación térmica por encima de los 40C, apretujados cual lata de sardinas, un chofer que arranca y frena produciendo fuerzas de más de 4G sin los pasajeros haberse subido o bajado por completo del bus, tragándose semáforos, subiéndose a las aceras. Por lo general cuando llego a mi destino, debo resetearme porque quedo aturdido como quien se baja de una montaña rusa.

A continuación, los nuevos buses mastodontes que se están implementando en la ciudad, cortesía de las divisas petroleras, y la colaboración de mis paisanos en Asia.

Son mucho mejor de lo que yo pensaba, con aire acondicionado, cámaras de seguridad, no hay bordes filosos, los tornillos están convenientemente protegidos, las barandas están forradas con polivinilo, el chofer maneja prudentemente, haciendo las paradas indicadas para tal fin. Por ahora, el único inconveniente que le veo es que hay que comprar un boleto para poder abordarlo, lo que significa que habrá que cargar algunos en la cartera para poder abordarlos fuera de su parada principal, que es donde expenden los boletos. Supongo que en un futuro evolucionarán y empezarán a utilizar tarjetas magnéticas. Así, el uso será más eficiente, el cobro será automatizado, y lo más importante, contribuimos con el medio ambiente.

Quien se encargó de implementarlos sabía lo que hacía. Nos escolta un soldado de la Guardia Nacional (Es una suerte de soldado urbano, encargado de preservar el orden en momentos en que haga falta fuerza mayor) que aunque desarmado, al menos cohíbe a los vándalos y mal ciudadanos, que son muchos de dañar estos buses, que aunque no lo crean, ya hay quienes se están encargando de ensuciarlos. Espero que cuando las clases empiecen de lleno, no empiecen los estudiantes a rayarlos con frases como ¨yubiritzaida te amo x 100pre¨, ¨yerkelmichelson the papi¨ o  "quien lea esto es un m****o".

lunes, 15 de septiembre de 2014

poder elíptico

Aprovecharé esta entrada para matar dos pájaros de un tiro: para adelantar una entrada que más que artificio de autocad, es técnica empírica de dibujo, y ver cómo es que se actualiza una entrada.

No hay nada más simple que dibujar lineas ortogonales y rectángulos, muy común en mis proyectos, que casi siempre se reflejan en ductos y tuberías. Las complicaciones empiezan cuando hacen gala de presencia las secciones circulares, combinadas con ángulos no perpendiculares, y en donde la "verdadera forma y tamaño" no se ve reflejada en las vistas ortogonales. Resultado: una vista auxiliar adicional, y ver cómo representar ese parapeto en la vista ortogonal que le corresponda.

Los casos:

1. Codos de tuberías rotado a 45 grados. Todo un clásico, en función de la dirección de rotación y de la vista, se pueden obtener dos posibles resultados.

2. Inserción de ramales de tuberías dentro de las principales, los cuales se suponen son prohibidos por la norma, (se deben usar "ramificadores" que aportan refuerzo a la sección debilitada de la tubería producto de la perforación y permite la correcta conexión de la tubería de ramal), pero como siempre, el cliente es el que manda, siempre y cuando en los planos no aparezcan ni mi nombre ni el de mi jefe.

3. Bridas vistas a 45 grados, algo mucho más simple de lo que aparenta

4.  La cúspide, codos de 45 grados, con un total de cuatro posibles vistas, fuera de la "verdadera forma y tamaño".

Todo se resuelve con un poco de paciencia, y muchas elipses. Y para los que no precisan de un dibujo correcto, siempre está el "ojo por ciento". Publico ahora, luego a ver si se actualiza, pues hasta el momento, sólo he dicho papanatadas, falta lo más importante: la solución a cada uno.

El hijo adoptivo de Picky

Para los que no recuerdan quién es Picky, es el gato de origen inglés, descendiente de la realeza británica gatuna, quien en una gigantesca lata de sardina, viajó surcando los mares y océanos, atravesó continentes y terminó en la oficina, como la mascota más querida por todos. De pelaje blanco, mirada azul e indiferente y la actitud característica de un inglés.

Un extraño acto de parte de mi jefe, le hizo recoger un gato prácticamente recién nacido, atigrado, que apenas tiene abierto los ojos, apenas y camina, en mitad de la carretera, de regreso a casa, habiendo sobrevivido al pesado tráfico típico de la tarde cuando todos regresan de sus trabajos. 

Cuando veo al gatito, pequeño, delicado, indefenso, recuerdo cuando aún era un niñato, que veía al mundo mucho más grande de lo que realmente es. Por ahora, está bajo buen cuidado por parte de mi jefe, y de su padre adoptivo, Picky, quien le supervisa las 24 horas, lo limpia, lo mima y le entretiene, respetando su espacio para caminar y evitando que se caiga del pequeño escalón que separa el comedor de la sala. Si un animal que se supone sólo actúa por instinto, es capaz de cuidar a una cría que no es propio, aún me cuesta pensar cómo es que nosotros los humanos, supuestamente inteligentes y civilizados, podemos ver a nuestros hijos como perfectos extraños y estorbo.

No espero a ver la reacción de las niñas cuando lo conozcan, aún están de vacaciones, pero supongo que llegarán en el transcurso de la semana, pues las clases ya empezaron, pero como siempre, los primeros días son  de manguareo y cero clases, así que prefieren, como siempre, disfrutar un poco más de las vacaciones.

Frío y calculador

Demasiados videojuegos y un deformismo profesional fuera de control, me han convertido en un ser que lo resume casi todo en relaciones, porcentajes, costo-beneficio y problema-solución. Desde siempre lo supe, pero ayer fue un día en que eso se evidenció de manera innegable.

Una llamada inesperada de mi actual pareja sentimental a tempranas horas, a la cual ella no acostumbra estar despierta, interrumpe mis preparativos para una atípica e inesperada reunión con una paisana, amiga de mi madre, quien hacia unos siete años que perdí contacto con ella. Su tía, a quien quiere mucho, vive en una ciudad a doce horas de distancia en carretera, tuvo una decaída tras una caída, mezclada con dengue y otro virus similar. Su hija, recién empezó un trabajo con el cual sería el sustento de ella y su mamá, se encuentra en esa disyuntiva aunada a un apretado presupuesto que no permite atender a un enfermo (En Venezuela, es costoso de enfermarse y más para morirse).  Mi lindura, si bien es intelectual, no es muy buena sacando cuentas, y no se le da bien el explicar resumida, pero con los datos esenciales. Quiere que le encuentre una forma de llegar hasta donde su tía, sea por cielo o por tierra. En otras circunstancias le habría llevada de manera absoluta la contraria, pero estas son ocasiones, en donde el desespero nubla la razón, me limité a decirle que no tenía razón, pero que haría lo imposible para que llegara hasta donde su tía para cuidarla.

Si fuera por mí, le enviaría el dinero disponible más el invertido en los pasajes, los cuales alcanzarían para un tratamiento con antibióticos por una semana (ya ven a lo que me refiero con deformismo???) De hecho, le planteé mi punto de vista a mi dulzura, quien me dio razones que, si bien validas, mi razonamiento negaba, así que tuve que limité a decirle, Yo me encargo de todo.

Una tarde a pie y carritos (habría sido una pasada tener la moto del jefe bajo mis esqueléticas posaderas), para encontrar los medicamentos y reunir el efectivo disponible. (Entre los productos que escasean se encuentran los medicamentos y el dinero de uno, que también es escaso). Acompañarla hasta el terminal de pasajeros y encontrarme con decenas de buses a espera de pasajeros con ganas de irse e intenciones de pagar reventa (cuando en la mañana las taquillas ni habían abierto y ya lo tenían todo vendido, qué molleja de maraña), situación en la cual nos encontrábamos. Todo hecho, le dejé hasta que subiera al bus. Era de noche, tenía que regresar a mi casa, antes de que sea aún más tarde y el factor de peligrosidad se triplique. 

Me alivia saber que a esta hora ya llegó sana y salva hasta la casa de su tía, quien hasta el momento se encuentra estable. Le dije que se concentrará en la atención para con ella, pues yo desde siempre he podido cuidarme sólo, y sé el tiempo y cuidado que conlleva atender a una persona enferma. 

Tarde bohemia, y lloviosa también

Unas nubes grises en el cielo anunciaron el inevitable diluvio, que invadiría la ciudad entera. Salgo de la oficina más temprano que de lo normal, no vaya a ser que la lluvia me encarcele, o en el peor de los casos me moje (si tenía intenciones de ser poético, aquí eché por tierra toda gracia literaria). Tras cruzar el portón, las primeras gotas activan mi instinto animal: salir corriendo a velocidad demonio (para simplificar la frase: "como alma que lleva el diablo"). El autobus, marca vencida, modelo BlueBird, año 60, aparece cual refugio con comida, mi pasaje para no seguirme empapando, se cumplió.

Estando dentro del bus, inspecciono cuidadosamente, como siempre, signos anómalos que representen un potencial peligro de atraco. No lo hay. Empiezo a disfrutar del paisaje acortinado por el agua que desciende imparable, concentrándose hasta formar ríos en las calles y lagunas en los baches. Pasajeros desesperados, como cuando lo estaba yo, abordaban el autobús dando las gracias a Dios. Me inspiro en escribir estas líneas a mano, grafito y papel, ya que mi potecito aún no cumple la cuota para ser robado y prefiero no arriesgarme.

La lluvia ha mermado. Con suerte, llegaré a la parada con el cielo despejado. Luego vendrá el problema del transbordo, pero como se puede recorrer lo que falte de camino a pie, y aún está lejos la travesía, prefiero n pensar en ello y seguir disfrutando de alzar la mirada, contemplar la belleza, el aroma, la frescura del momento, con el cual escribo estas lineas.

Al momento de publicar esto, pasaron cinco días. Aún recuerdo la sensación de cuando escribí estas líneas, al vaiven del autobús. Ojalá el clima fuera así todos los días, aunque pedir eso, para una ciudad que no está ni física ni mentalmente para eso, sería asesinarla.

martes, 9 de septiembre de 2014

Paciente en observación

Nuevamente la laptop de la oficina ingresó a taller. Aunque ya funciona, está como los mecánicos viejos, con mucha experiencia pero también muchos achaques.

Creo que le saldrá remplazo pronto. Un camastrón poderosa y confiable, dejándola a ella como una reliquia que dio su vida por la causa.

Sí, ya sé que me pasé de melodramatico, pero convivir con alguien, perdón, algo, por más de cinco años, luchando codo a codo, se entabla una empatía difícil de romper. No sé cuando llegará su reemplazo, ni tampoco cuan buena será, pero jamás ocupará el vacío que ella ha dejado en mí.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Prisas de última hora

Siempre cumplo mis objetivos, mas nunca de acuerdo al plan trazado. Le ocurre a todos dentro de la empresa. Siempre he envidiado a Jhon, el protagonista, o más bien punto central de la serie de películas ¨SAW¨ (también conocido como los juegos del miedo), de cómo es capaz de trazar planes tan perfectos, en donde todo sale exactamente como lo planeó. Supongo que debe ser porque es una película, o quizás los gringos tienen un mejor sentido de organización y protocolo, por lo que sus planes, por lo general, se cumplen sin mayor inconvenientes.

Gracias a que nuestros planes nunca se cumplen, nos hemos vueltos especialistas en improvisación, denominados también especialistas en planes B. Por ahora, la desktop de la casa expirada, una laptop que no es ni propio ni muy funcional, será la que haga cumplir un objetivo casi imposible. Al momento de escribir esta entrada, espero por eliminar todas las variables que pudiesen estorbar mi concentración, incluido el hambre. Dentro de media hora ceno, le doy de cenar a mis mascotas por la fuerza (para mi son solamente una responsabilidad, no los disfruto como debería, y ellos no disfrutan de mi como debe ser su derecho) y el resto de la noche para terminar lo que tomaría dos días de trabajo. Un atraso adicional: en mi voluntad de dejar la cafeína, veré que sustituto encontrar. Probaré la recomendación de una amiga, caramelos a granel, quizás también pruebe con galletas. 

Prueba de escritura en potecito nuevo

La verdad es que no es tan difícil escribir con una pantalla táctil, hace falta sólo un poco de práctica, y la ayuda ofrecida por el corrector.

Aun así es más fácil escribir en horizontal, por lo que veo. Bueno, a lo hecho, pecho.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Suerte de coyote

Una de mis caricaturas favoritas durante mi infancia era el correacaminos y el coyote. El coyote era mi personaje de admiración: tenaz, de voluntad inquebrantable, inteligente, y que si bien la mala suerte siempre lo acompaña, no se rinde jamás.

Me identifico mucho con este personaje. Algo que se evidenció, como en muchas ocasiones, hace poco. Mi jefe tenía que tomar un vuelo para asistir a una reunión, iba atrasado como siempre, y la escasez de taxis en la ciudad no ayudaba. Su solución, osado y con una buena dosis de fe en mi fue irnos en motos hasta el aeropuerto y que yo trajera la moto de regreso. Apenas llevaba dos días practicando con ella, a no más de diez cuadras de la oficina, y no pasaba de 30 km/h, y con problemas para circular junto a los otros carros.

Acepté el reto. Siempre he tenido la idea de que mi jefe estima correctamente mis habilidades, a pesar de que yo las subestime. La ida todo bien, pues era un simple pasajero. El regreso, hasta mitad de camino fue muy agradable: 70 km/h, el casco ahorcándome, el viento que no me dejaba abrir los ojos. Pasó lo inesperado. la moto, tras frenar en un muro reductor de velocidad se apagó. la electricidad estaba muerta. Me orillo, y saco el celular. lo prendo con la nula cantidad de batería que le quedaba, pues tuvo problemas para recargarse, (ya lo vendré aventando uno de estos días), hice la llamada correcta: la moto no prende, mi ubicación actual, refuerzos. No supieron nada de mí, hasta que un amigo en su camión apareció cual salvador. Era un mecánico de los buenos Revisó todo lo que yo revisé, más la batería. Estaba agotada y sin fluido, que a mi jefe nunca afectó durante todo este tiempo. Lo reparó en un momento, lo cargó con su camión, hasta que se apagó. Un manazo en la cabeza, ¨la gasolina! me quedé sin gasolina compadre" volvió a solucionar: un trasvase de la moto, que sólo le quedaba dos litros, combustible suficiente para ambos para llegar a una estación. Repostamos. una despedida melodramatizada por la lluvia que nos acompañó desde su llegada.

Una carretera mojada, el manto de la noche que me envolvía, un tráfico congestionado típico de la hora. Estar cegato, y usar lentes no ayudaba. Llegué vivo a la oficina. La llamada desde la oficina para confirmar que todo salió bien.

Con todo lo que pasé, sólo me falta la licencia para ser un motorizado. Ya me trago luces rojas, flechas, pares, me cuelo entre los carros, ya sé arrancarlo "empujado"... mejor no sigo no vaya a ser que algún inspector de tránsito visite mi blog, y me coloque una multa.

Terapia de Desintoxicación

Siempre me he considerado con mucha fuerza de voluntad, excepto para los videojuegos, que posiblemente sean mi perdición. Del resto, soy tan fuerte, o tan terco, como una mula. Desde que empecé a ejercer mi carrera, me volví un consumidor habitual de café, pero no tenía mayores problemas en dejarlo. Pero hasta hace poco descubrí un hecho preocupante: una taza de café por la noche, que me mantuvo despierto buena parte de la noche para terminar un trabajo pendiente, hizo que mi cuerpo reclamara por más al día siguiente. No me percaté de ello, hasta que tuve serias intenciones de arrojar el modem, el celular, la laptop, a mí mismo, por el balcón de un sexto piso. Un breve análisis me indica que no había tomado café en todo el día, como lo hacía todos los días. Era hora, de padecer el proceso doloroso de desintoxicación.

Recuerdo a mi madre. Desde el incidente que casi le quita la vida, le era necesario tomar pastillas para poder conciliar el sueño. Pasaron los años, las dosis aumentaron, el problema principal ya estaba resuelto, pero la adicción ya estaba creada. Fueron tres días de sufrimiento, veía a mi madre postrada en la cama sudando, temblando, sin poder articular bien las palabras. Se veía en su rostro un dolor evidente, con una sonrisa propia de quien se consuela que todo irá bien. Me tuve que encargar de la cocina, algo a lo que no estaba habituado, y sigo sin habituarme, Cuando dejó de sudar y temblar, comió con un hambre voraz, y recuerdo haber salido a comer para celebrarlo tenía para ese entonces doce años.

Mis efectos secundario están siendo mucho más llevaderos. Sueño, o mejor dicho insomnio, que compenso un poco durante mi estadía en las unidades de transporte; carácter irritado que disimulo con una sonrisa de perro y respiración profunda (aún no he arrojado nada contra nada, quizás lo haga con el celular cuando tena reemplazo), y falta de concentración que contrarresto con un poco de yo-ga (yo gagueo, tu gagueas, nos concentramos todos, es un lema particular, para quien puede autoinfundirse personalidades múltiples).

Aún tengo los efectos secundarios encima. La cafetera del trabajo tiene un brillo tentador, llamativo, el aroma es hipnotizante y apasionado; medio kilo de café obsequiado por mi jefe (hay escasez de café otra vez) pide a gritos ser destapado para su consumo, el insomnio y la irritación empujan cual pasajeros desesperados a las puertas del tren. Pero lo que no saben es con quien se ha metido. Yo sólo sucumbo frente a la computadora.

Abriendo los ojos al blog

No he descubierto una epifanía, ni mucho menos una revelación. Simplemente desperté con intenciones de pedir las disculpas que supuse pertinente, a quien considero una amiga, y a quien hasta el momento considero que se merece un respeto propio de su saber y edad, lo cual no pude hacer ni durante el trabajo, ni durante mi estadía en casa, producto de la fuente de poder de la pc que está fallando produciendo apagones continuos. Mi solución, un poco vandálico e irresponsable, fue secuestrar, en cierto modo, la laptop de un amigo del cual me encargué de meter en un taller, desde hace más de seis meses, y que nunca tuvo la oportunidad de sacarla, supongo que por falta de dinero o quizás de tiempo. En mi defensa, diré que tenía que volver a meter la laptop del trabajo, por lo que forzosamente tenía que sacar esta, que estaba a mi nombre, y que ahora está en mi casa. Supongo que hasta que mi amigo pregunte por ella, o me decida adquirirla, aprovechando que ya lleva dos reparaciones costosas pagadas por mi.

Creo que es hora de desayunar, es fin de semana, hay trabajo en la oficina, hay asuntos personales que atender, hay trabajo por fuera que cumplir. Estoy un tanto atareado y la falta de cafeína en mi cuerpo, producto de mi decisión de desintoxicación  aún están haciendo estragos, aunque ya mucho menores.


sábado, 23 de agosto de 2014

Fisura en la omnisciencia (última parte)

Acto VIII, Epílogo materializando los deseos.

La calma de la nave, se siente a la par de la información de la inmensa cantidad de señales que inundan las pantallas. La brecha desaparece detrás de nosotros. Un silencio ensordecedor inunda el puente. La ausencia de Beka en el holotanque es tan espantoso como el crujido al que la nave estuvo sometido. Los navegadores, procesaron buena parte de la información captada. "Capitán, señal de radiofaro de la Instalación 03, con fecha terrícola de 07/11/2561, tres días después de nuestro salto temporal" - "Entonces ya estamos en el momento correcto. Hubiese querido estar en la Tierra, pero me conformaré con la 03. Comunícame con la estación para iniciar los protocolos de atraque y repostaje", dio media vuelta, para tener a la doctora Lena y a mi a la vista, "Muy buen trabajo, a ambos. Ltenio felicita a tus muchachos de mi parte, retirate y toma un descanso. Doctora Lena, gracias a usted estamos de vuelta. Quiero que me haga un favor, haga lo necesario para que Beka vuelva al servicio". La doctora Lena, con una sonrisa en la boca, aunque con una cara de agotamiento evidente, le responde: "claro que sí, capitán. en seguida me encargo de ello desde el laboratorio".

La doctora y yo salimos del puente. Al cerrar la puerta detrás de nosotros, la Doctora Lena, intenta desprender sin éxito el proyector de luz sólida de mi traje. "¿Sabes que estás violando el procedimiento estándar para la manipulación de tecnología alienígena en espacio colonizado, verdad?" Le miro, como el padre que le niega a su hija pequeña el permiso para salir a jugar, una ventaja que los más de dos metros de estatura proporciona, "Supongo que fuerza y velocidad sobrehumana compensa cualquier ignorancia sobre procedimientos. Este aparato está a mi cuido y lo estará hasta que considere lo contrario".

De repente, mi visión se torna blanco, justo como cuando se nos apareció la Bibliotecaria. una luz cegadora, que al disiparse, vimos primero la figura, y luego aclarándose con el paso de unos segundos, su rostro. "Amados hermanos, estoy finalmente, como las sagradas escrituras establecen, al lado de mi padre. Ustedes creyeron en mi porque vieron con sus ojos lo que escucharon con sus oídos. Bienaventurados los que crean sin haber visto, porque ellos serán saciados en su sed de conocimiento". De nuevo la luz cegadora, estábamos de vuelta en la nave. El rostro de la doctora me delata que también vio lo mismo. Entro de nuevo al puente, y consigo al capitán con la misma expresión. El resto del personal en el puente parecía inmutado, era evidente que no sufrieron nuestra "alucinación colectiva".

Con más dudas que respuesta voy a la armería para que me quiten el traje de encima. Luego regreso a mi habitación con el proyector en mis manos. Sigo sin pensar para qué lo querrá Beka. Un buen baño, una buena comida y una buena siesta. Perdí la noción del tiempo.

Despierto percatándome de la imagen de Beka en el holotanque observándome. "Hola, Beka, veo que ya estás de vuelta. ¿Cuándo vas a aprender a tocar la puerta antes de entrar?" - "cuando tu y yo dejemos de ser amigos. ¿Listo para reactivar un holoproyector de luz sólida?" - "¿Quién? ¿Yo? ¡pero si ni tengo las herramientas, ni el conocimiento ni la destreza para hacerlo!". De repente, alguien toca la puerta de mi habitación. al abrir, veo a uno de los de mantenimiento con una carreta lleno de herramientas de todo tipo. "Ordenes del Capitán. Todo esto es suyo, por ahora, ponga su dedo aquí."

"ya tienes las herramientas, yo tengo el conocimiento, y no te subestimes, confío en que tienes las destreza. Yo te guiaré paso a paso, haremos que ese trasto funcione". Beka lucía muy emocionada, cual panadera recién mete su futuro postre al horno, a la espera de que se convierta en una obra de arte. La cirugía reconstructiva empezó. paso a paso, pieza por pieza, cables por aquí, tarjetas, por allá, soldaduras en unos puntos, sellados por otro, unos cuantos chispazos... nuevamente volví a perder la noción del tiempo. No sé cuánto tiempo transcurrió. Mi estómago me indica que debieron de transcurrir unas seis horas, porque el hambre era insoportable. Ahora que me acuerdo, ni siquiera desayuné por culpa de Beka, aunque la verdad no me dio hambre hasta ahora. Nuevamente tocan la puerta. Esta vez era el capitán. "Buen día Ltenio, Beka me dijo que me querías mostrar algo, que era personal" - "La verdad es que no sé, Beka me tiene reparando este trasto desde hace unas horas. sólo falta colgarlo en el techo. A ver, ya está"

La imagen de Beka desaparece del holotanque. del proyector empiezan a irradiarse haces de luces, que dieron vida a la imagen de Beka en tamaño real. Veo la cara de asombro de Beka, palpándose las mejillas, deslizando sus dedos entre su cabellera. La misma cara se reflejaba en la del capitán, su ceño fruncido de siempre desapareció, dando lugar a un rostro completamente desconocido para mí. Beka camina hacia el capitán, reduciendo la distancia entre ellos a la mera separación producto de la vestimenta. Toma las manos del Capitán, y los lleva a su rostro. El silencio invade mi desordenada habitación. Un beso apasionado entre una imagen fantasmal y un ser humano ocurre frente a mis ojos. Un beso que terminó por dejarme sin dudas de aquellos amantes que se deseaban con pasión, y que en este instante, el mundo les era ajeno.

"¡Aaaaajá!, supongo que no necesitan a un electricista, iré a ver que hay de comer, porque el hambre me está causando alucinaciones, Capitán con su permiso, me retiro. Le ruego me dejen el cuarto ordenado". Beka, con un tono burlón me responde: "¡pero si el cuarto está desordenado!" - "Considéralo un pago por el trabajo hecho. Además, si estuviese ordenado, les diría, que no desordenen." - "No me tientes con aplicar tecnicismos. Además, no querrás que nos enteremos de tu terminal con chicas ardientes, tus mensajes privados con la Doctora Lena o la cámara de seguridad que destrozaste en un arranque de ira" - "Capitán, Beka sólo estaba bromeando. Y yo también, dejen el cuarto como quieran, sólo procuren estar cómodos y hagan caso omiso a todo lo que encuentren". - "Sí, sólo estaba bromeando. Es hora de almuerzo. El menú te encantará. Por cierto, cuando termines de almorzar, pasa por la oficina de la Doctora Lena. Dice que quiere plantearte una propuesta. y gracias por este regalo y tu silencio al respecto. Toma este etéreo presente de mi parte". Beka levanta levemente su camisa, dejándome ver el piercing de su ombligo.Hábilmente lo desprende levanta mi mano con la suya y deposita esa pequeña joya fantasmal en mi mano. Eran cálidas como las de un humano, suaves como las de un recién nacido, el piercing se sentía, metálico, con peso, lo podía definir perfectamente como uno de verdad, porque lo sentía con mis manos, con mis dedos, aún con mis puños cerrados.

"Desaparecerá cuando te alejes de la habitación. Era parte de mi. Ahora será parte de ti". Es el regalo más extraño que he sostenido en mis manos, son las manos más extrañas que he tocado, es la sensación más extraña que ni sé cómo describir. Con el pequeño obsequio en unas de mis manos, la otra rascando mi cabeza casi calva (estúpido corte militar), salgo de la habitación rumbo al comedor. ¿Qué pasó en mi habitación? No lo sé, supongo que estudiarán anatomía, tal vez jugarán twister, siiiiiii, twister, o quizás estén revisando mis cosas. ¿Cómo se enteró Beka de mi tablet con las fotos? Además, no tiene nada de malo, son puros rostros bonitos, ¡no se les ve nada de los hombros para abajo! Ahora que lo pienso, espero que la Doctora Lena no haya leídos esos mensajes que nunca les envié, aunque conociendo a Beka, es capaz... un momento, ¿y cómo se enteró? ¡si la tablet nunca estuvo conectada a nada! Bueno,que importa, primero lo primero, ¡es hora de comer!

martes, 19 de agosto de 2014

Palabras adecuadas que no tienen precio

De papá no tengo muchos recuerdos, conviví con él apenas doce años, sin tomar en cuenta todas las cosas malas que mamá me dicho sobre él a lo largo de mi vida consciente. Sin embargo, soy de los que deciden cuándo creer algo y cuándo no, y respecto a mi padre, sólo guardo en mi memoria momentos muy gratos con él, aunque en cantidades muy pequeñas. Supongo que se es difícil para un hombre de más de medio siglo de edad seguirle el trote a un escuincle (suena bonito esa palabra, es de origen mexicano que significa niño, cortesía de las novelas e internet) aún siendo enfermizo y poco travieso.

Papá siempre fue muy conversador, aunque no conmigo, supongo que por la diferencia de edad; dudo mucho que converse conmigo sobre los "Transformers" o los "GI-Joe" o "Hi-Man". Jugar al ajedrez con él era un momento muy preciado para mi; fue él quien con paciencia y casi tres infartos (uno diario) me enseñó a montar bicicleta, y desperdiciar dos horas diarias de su vida para ir a elevar volantines conmigo.

Defectos tenía y bastante, fumaba, tomaba y apostaba. Redujo su consumo de tabaco debido al problema respiratorio que tenía, el cual era cada vez más grave; redujo su consumo de alcohol debido a la hipertensión; dejó de apostar, la verdad no sé por qué, creo que nunca tuvo racha ganadora. Y siempre nos dijo a mi hermano y a mí, que no fuéramos vicioso como él, que era un vivo ejemplo de lo que no debemos ser. La verdad no estoy muy seguro de querer o no ser como él; siempre tenía una sonrisa en la cara, aún en los momentos más difíciles, creo que eso de ser medio hippie lo heredé de él; mientras todo el mundo corre alejándose del peligro, yo sólo subo los hombros, hago una mueca, doy media vuelta y camino como si nada hubiese pasado, Claro, en función de la volatilidad del peligro, incremento la tasa de desplazamiento vs tiempo, tampoco soy tan tonto.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Benditos puntos y comas.

Tenía pensado otro título, como "los hijos de..." o "los cesareados..." pero quiero evitar censuras, al fin y al cabo, supongo debe entenderse a la perfección el sarcasmo asociado.

Para los dedicados a la literatura, ambas cosas tienen su uso muy específico, algo que ellos saben aprovechar. A nivel de programa, la mayoría proviene de Gringolandia, (al menos los que yo uso), y por tanto, el lenguaje oficial de mi laptop de trabajo es Inglés de Estados Unidos. Eso significa tres cosas: fechas, invertidas (primero el mes luego los días), los puntos son para decimales, y las comas para los miles.

Excel es lo suficiente inteligente para hacer los acomodos de manera inmediata cuando se cambia de un lenguaje a otro, algo que suelo hacer. Hasta el día de hoy, cuando una tabla a la que le dediqué dos días de trabajo, para reducir a cero los errores y automatizar conteos en una tabla que la usarán por más de un año, casi echa por suelo mi reputación.

La razón fue el abuso de comandos de búsqueda y concatenación. En las búsquedas los decimales los decimales se precisaron con puntos, pero al fin y al cabo eran texto, cosa que el Excel no entendía. En la o las computadoras en donde se ejecuta dicho archivo, estaba en español, por lo que los decimales se expresaban con comas, y ayayai!!! Cero coincidencias. Tres segundos bastaron para detectar y corregir el error, nada que “buscar y reemplazar” no resolvieran. Ahora sí, la tabla le funciona al jefe a la perfección. Soy un genio! Era broma, sólo imito a un personaje, que en definitiva no era un genio. 

Moraleja: Cuiden los puntos y las comas, tanto en los programas, como en los escritos. No querrán que por una cola, de más o de menos (la diferencia visual entre un punto y una coma, les arruine el día, el significado de lo que quieren expresar, o convertirse en el hazmerreír de los demás, como suelen hacer los disque artistas.

Agradecimientos a la luz

Gracias al Señor José, acabo de añadir a mi desnutrida lista de lecturas, un blog titulado hemeroflexia. Con una forma de escribir muy pulida, sin embargo bastante agradable a la vista, cosa que no ocurre con los libros de física: si se entiende le falta contenido; si tiene buen contenido no se entiende.

Una de sus entradas, titulada “aforismo”, recoge verdades que si bien son obvias, vistas desde ese punto de vista literario, resultan ser más atractivos. Una de ellas hace referencia a la luz, acompañada con una foto, supongo que retocada, muy emotiva, principalmente por los utensilios colgados en la pared, parecen “woks” (sartén gigántesco chino, con que se sofrita cualquier cosa y en donde se prepara arroz chino de verdad. Sobre el arroz chino… mejor lo dejo para otro día), que me recuerdan mi niñez. quiero, en cierto modo continuar, con ese aforismo, o más bien extrapolación, sea como ejercicio o sea como mi punto de vista, con el permiso de quienes deba. Aquí va: 

Lo primero que hizo Dios, antes de que nada existiera, fue la luz: signo de justicia y rectitud, valores efímeros como ella misma; se tapa con cualquier cosa ensombreciendolo todo, y la gravedad la doblega. Más rápida que ella no va nadie. Los que logran alcanzarla, consiguen a su paso inmortalidad, pues el tiempo se detiene, y quienes la superan dejan de existir, por culpa del E=mc².

La luz, en su ausencia la oscuridad prevalece. Sin justicia y equidad, el caos es quien domina. No es raro, la atribución de este fenómeno a estos valores, definitivamente. 

Todo lo que se puede ver y sentir es real. Hay cosas que se sienten pero no se ven: el viento o los campos magnéticos; hay cosas que se ven pero no se sienten: la luz o las golosinas tras un cristal; supongo que bajo el dilema anterior serían semi-reales. Cómo clasificamos aquello que ni vemos ni sentimos? Fe ciega? Realidad infrarroja? Mejor, podríamos llamarlo infrarrealidad. (la luz infrarroja existe, pero no la vemos a simple vista, hace falta equipamiento especial para ello. Creo que mejor me quedo sacando cuentas y dibujando planos.

Así que, para esas cosas infrarreales, que a veces negamos y otras veces pedimos que sean ciertos, y que sus predicadores afirman con una certeza cual dos más dos igual a muchos problemas, habrá algún equipamiento especial para verlos? A mí me gustaría que existieran. Ver fantasmas, el otro mundo, (llámese como se llame), las famosas auras, y cómo no, a Dios… mejor no, al menos no ahora, que tengo cuatro pelos de gato mal distribuidos alrededor de mi boca, conocidos como barba y bigote. Lo bueno de mi caso es que las máquinas de afeitar no son un gasto para mí: aún sigo usando la desechable del año pasado, sólo falta la disposición de usarlo.

lunes, 11 de agosto de 2014

Propiedades de Autocad

No es técnica, mucho menos artificio. Al igual que muchos programas, Autocad tiene la opción de mostrar las propiedades de los objetos. Basta seleccionar los objetos deseados y luego presionar botón derecho>propiedades, o en su defecto Control+1. 

Desde este menú, se pueden visualizar modificar fácilmente todas las propiedades de los objetos seleccionados: desde cosas básicas como su layer (capa), color o tipo de línea; su ubicación y orientación; incluso propiedades muy específicas de los elementos, como el grosor de la polílinea, el contenido del texto, los atributos de un bloque, e incluso las propiedades dinámicas de estos últimos.

Ayer le saqué provecho a ello: distribuí rejillas de aire por todo el área común del centro comercial, en base a caudales, tiros y relacionados como nivel de ruido, velocidad de aire y demás chacharas. Era sólo copiar y pegar espacios vacíos, sin alineación, y una distribución al "ojo por ciento". Ya estaba todo cubierto. era hora de alinearlos: divisiones uniformes, líneas guías, para formar una cuadrícula. tenía dos opciones: tomar las rejillas una por una y ubicarlas en su posición en la cuadrilla, o seleccionar todo un conjunto, desplegar sus propiedades y tipear su ubicación exacta primero en vertical, luego en horizontal. Elegí la segunda.

viernes, 8 de agosto de 2014

Probando Cosas nuevas

Al fin voy a escribir directamente sobre el blogg, y no sobre word o sobre una hoja de papel, podría haber sido peor, sobre papel higiénico, sobre un muro, o incluso sobre mi propia piel. Suelo ser exagerado, mil disculpas por ello.

Tengo complejo de gato asustadizo. Todos los que me conocen saben que no deben, bajo ninguna circunstancia pegarme un susto cuando estoy muy relajado o excesivamente concentrado. Soy de los que pegan un brinco para atrás, un puñetazo hacia adelante, y alguna exclamación obscena. Sin embargo, sólo soy asustadizo, pero no miedoso. En tanto, si evalúo algo, y no le consigo la seguridad de una muerte certera, le echo piernas. Con esto aclaro, que no está en mi lista de cosas para probar, fumar, drogarme, volverme don juan o clavarme un puñal cinco veces en el corazón y ver si sobrevivo, al menos no en este instante.

Hoy, y sólo por pocos días, la oficina es única y exclusivamente para mí. Situación ideal para probar algo que siempre he querido, pero que la jefa jamás me permitió: dos monitores. Sé que para muchos es algo cotidiano, de hecho en una de las consultoras que visité, todos sus trabajadores tenían doble monitor, algunos más hábiles en usarlo que otros. Pues los menos hábiles, se perdían abriendo archivos, localizando íconos, e incluso buscando el puntero del ratón.

Soy un usuario de múltiples programas simultáneos: autocad, Excel, el programa de cálculo de turno, música, correo porque siempre hay algo para adjuntar, que pesa mucho, y que un internet lento no ayuda, (tampoco ayuda que el jefe lo vea una vez cada una o dos semanas; hay cosas que me hacen pisar más fuerte, con más seguridad con su visto bueno “in situ”)

Por ahora, tres minutos, para adaptarme: pantalla principal, todo es desde aquí; pantalla secundaria, un especie de monitor congelado; todo abre y se trabaja en principal, todo se lee o se congela en secundario. Creo que voy bien, el puntero no se me ha perdido.

Sólo será para pasar la fiebre. Debo ordenar todo antes de que la jefa vuelva. Si algo me han enseñado, es nunca discutir con una mujer, siempre el hombre sale perdiendo, no importa quien sea: abuela, madre, amiga, hermana, novia, esposa, querida, hija y hasta nietas.

Ya lo he disfrutado por unas ocho horas. La verdad salvo para revisar unos detalles en el plano general para plasmarlo sobre unos planos de detalles, que fueron apenas, unos minutos, no he tenido necesidad real de voltear hacia el segundo monitor. Tal vez mañana, cuando empiece con la redacción de los documentos le saque más provecho, o llegaré a la conclusión de que la relación costo+espacio+recursos/beneficio de tener dos monitores lo vuelve innecesario.

Entrenando una discípula

Desde siempre me han gustado los juegos de pensar. En ese compendio se agrupan gran parte de los juegos de mesa. Como buen descendiente de chinos, conozco varias formas de jugar cartas, dominó, mahjong (dominó chino algo complicado de jugar), y ajedrez, tanto tradicional, como los inventados por los propios chinos.

El ajedrez es algo que siempre me ha gustado. Debo admitir que tuve un buen profesor: un vecino muy experto, quien no se cansaba de jugar hasta diez o veinte partidos diarios conmigo. No era necesario dedicarme demasiado tiempo, a cinco minutos por partido, donde siempre pierdo el juego y gano un poco de experiencia, no pasan las dos horas. Luego del éxodo, mi contrincante era mi padre, aunque era en ajedrez chino, cuya esencia es similar.

Tras el regreso al habla hispana, mis posibilidades de tener un contrincante humano de ajedrez se esfumaron. Jugar con la computadora, resulta ser monótono y sin sentido; o le ganas muy fácil, o es imposible ganarle o simplemente “Control Z”, volviéndolo aburrido. Estando en la Universidad, aunque varios sabían jugarlo, simplemente se aburrían demasiado rápido, y la cosa no pasaba de uno o dos partidos. Jugaban a un nivel similar al mío, nivel novato queriendo afrontar expertos.

Desde hace uno días. La mayor de las hijas de mi jefe, retomó el gusto por jugar ajedrez. Nadie en su casa sabe. Intentó enseñarle los movimientos básicos a su hermana, quien juega ajedrez como si fuera damas: "me como todo lo que puedo". A punto de aventar el ajedrez por la ventana, decido convertirme en su contrincante e instructor. 

Progresa demasiado rápido. No llevamos ni siete partidos en lo que va de tres días, y ya logró ganarme un partido, (admito que la ayudé un poco a que lo consiguiera), ya descifra mis estrategias, osa amenazarme (en el juego) e incluso sostiene un partido por más de cinco minutos, sin mucho pensar y sin ninguna explicación. Al ritmo que va, con una buena instrucción, (espero lograr mi cometido), se volverá una contrincante a mi nivel, y así podré disfrutar de buenos partidos de ajedrez, aunque la verdad, ya lo estoy haciendo.

Recuerdo mis primeros pasos por ese tablero de sesenta cuatro bits, digo cuadros: treinta segundos por partido, todos ellos terminando en humillante derrota (le gané un solo partido a mi profesor porque se descuidó y supo ponerme en mi sitio rápidamente), y muchas, pero muchas horas de juego para llegar al nivel que ella alcanzó en tan sólo siete partidos. Definitivamente, o tiene talento o yo soy muy malo.

Gato asustadizo

Debo admitir que cuando era pequeño, por influencia de mi hermano, maltrataba mucho a los animales. Eran simples juguetes que alimentabas y que reaccionaban ante estímulos. Darle vuelta a los gatos hasta marearlos, atarle latas a la cola, lanzarlos desde un decimoquinto piso en paracaídas (en mi defensa diré que fue mi hermano, y que yo no tuve nada que ver, no supe hasta que volvieron con el gato temblando y el semblante idéntico a quien haya visto un fantasma).

Tras conocer a mi primera novia, excesivamente querendona de animales, mi punto de vista cambió para el el bien de esos pequeños seres que nos rodean, y cómo no, para mi propio bien. No es lo mismo que tengas que prácticamente cazar un gato, a que éste se te acerque para que lo mimes. No es lo mismo un perro que te ensalive cada vez que te vea a que te mire con cara de pocos amigos.

Respecto al gato paracaidista, fue el primero en tener éxito con el paracaídas. Según cuenta mi hermano, el primer modelo de paracaídas fracasó, traduciéndose en un gato que cayó de cuatro patas, pero… mamá no se molestó por ello, el gato no era el de la casa, como sí lo era el que tuvo éxito con el paracaídas. Mi hermano ya maduró y para no maltratar a los animales, simplemente no los tiene.

El charquito del puente

Mi linda y bella ciudad. Esta frase, para los que viven en mi ciudad suena a sarcasmo. Y tienen razón. No es linda y mucho menos bella. Los gobiernos regionales y municipales de turno han hecho lo posible por no hacer nada con la ciudad. Desde dejar de recoger la basura, dejar de limpiar los parques, dejar de destapar las cañerías que se tapan… hacen todo lo posible por dejar. 

Aun así, es mi ciudad. Me vio nacer, crecer, correr a través de ella, recorrerla en bicicleta a más de 37C y a pleno sol del mediodía sobre mi cabeza. Mi primer beso encima de un puente, mi primer amor debajo de una choza, la convierte en una hermosura. Es como ver a nuestras madres: puede que no sean miss universo, que estén gorditas, arrugaditas, y con cara de pocos amigos, pero para nosotros siempre será bella, como el primer día que tomamos conciencia de su existencia.

Vivo cerca del centro. Un lugar al que muchos rehúyen. Mi adolescencia paso allí, era el paseo matutino de mi madre, y era la vida de mi padre. Es una ciudad que no acostumbra a llover, y que nunca estuvo ni está preparada para que llueva. Muchas ciudades siguen su ritmo cotidiano con o sin lluvia; la mía se paraliza con su llegada por completo: cero transporte, calles inundadas, nadie tiene paraguas, la basura y las cloacas contaminan los charcos que se forman gracias a las calles mal asfaltadas, y cómo no, la electricidad hace gala de sus deficiencias de mantenimiento, produciéndose interrupciones intermitentes e incluso apagones por buen tiempo.

Hacía mucho que no llovía. Fue este sábado, el día que internet volvió, y con la misma se fue. El charquito debajo del puente que debo cruzar cada vez que llueve volvió a formarse luego de casi un año, la sequía la mantuvo fuera por mucho tiempo. Zapatos de seguridad son de gran ayuda, para pasar por el muro en diagonal evitando el charquito lleno de barro, mucha basura y un olor a queso de esos añejados que no son muy agradables. Todos se quejan al pasar. Yo lo cruzo como si fuera un niño en un parque de columpios. Tal vez cuando sea alcalde elimine ese charco, con un buen asfaltado, un sistema de cloacas, o un camión de limpieza, considerando lo poco que llueve en la ciudad. Tal vez no. Tal vez, tenga que empezar a pagar todos los favores adquiridos para llegar a ese puesto, y cuando revise, el presupuesto no alcance ni para un desayuno decente, así que preferiré desayunar con lo poco que quedó. Será por eso que ningún alcalde hace nada? Sé que no. Pero algo muy dentro de mí, esa parte terriblemente ilusa, se niega a aceptar esa realidad.

Polyline, algo más que líneas conectadas

En autocad, cuando se va a dibujar un conjunto de líneas, nuestro instinto nos induce a presionarla tecla “L” de “line”, para los más novatos, seleccionar de la pestaña, y luego dibujar las líneas que necesitamos a la longitud e inclinación o en su defecto desde un punto a otro. Les invito a presionar una tecla más. Presionen “PL” de “polyline”. Tendrán un resultado similar a dibujar una línea, de hecho no notarán la diferencia, pues incluso puede “cerrarse” pulsando la tecla “c”.

Si es igual, por qué de la invitación?. A nivel de dibujo o trazado es idéntico. Hasta allí la semejanza. A diferencia de una simple línea, la polilínea toma todas las líneas dibujadas desde la activación del comando como un solo conjunto, lo que significa que se pueden modificar (mover, copiar, rotar, escalar, estirar) todas al mismo tiempo. Adicional a ello, se pueden obtener a partir de ella datos muy útiles para el proyecto en cuestión: longitud de la polilínea, área encerrada por esta (un rectángulo dibujado desde el comando “rectang” es precisamente una polilínea!), ubicación de vértices, e incluso se puede modificar el grosor de las líneas, convertirlas en curvas, bien sea al momento de dibujar o luego de modificar.

En función de la versión Autocad, la polilinea ofrece ventajas adicionales. A partir de 2011, creo, permite el desplazamiento completo de una sección sin necesidad de utilizar el comando "stretch", convertir esta en arco, eliminar o añadir vértices sin necesidad de abrir el “polyline edit” (que por cierto, se activa con “pe”.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Acto VII

Visitando a la bibliotecaria, a velocidad aparatosa

“Ltenio, el Capitán te solicita en el puente”, me dice Beka mientras aparece en el holotanque del hangar. “Dile que voy enseguida”, con un evidente tono de pereza. Al llegar, veo al capitán con el ceño fruncido, como normalmente lo encuentro. “Capitán Guille, Ltenio reportándose”. – “Deja las formalidades”, me interrumpe, “Requiem es un lugar peligroso y desconocido para nosotros. Le costó el puesto al Capitán Del Río y la reputación a Lasky y a Palmer. Quiero que vayas con toda la ayuda disponible. Beka, estás lista?”. Beka, dirige su mirada hacia mí. “Ltenio, al fin saldremos de paseo”, dirige su mirada hacia el capitán. “Estoy lista Guille”. Su imagen desaparece del holotanque. El capitán extrae la matriz. “Ltenio, tráela de vuelta a toda costa y como sea. No es una orden, es un favor que te pido”, me dice mientras la entrega en mis manos. Sostenido la matriz con mis manos, le respondo: “Según el Protocolo Cole, ninguna IA debe ser destruida ni capturada. M encargo de que el protocolo se cumpla y que ella regrese”. La inserto en la interfaz para tarjetas del casco y me la coloco. Siento el singular “clic” de la sujeción y la presurización del sellado. La interfaz visual se despliega y veo a Beka en pantalla. Escucho en el altavoz del traje: “Guille, dejé todas las subrutinas necesarias para facilitar el control manual de la nave” – “Ve, y concéntrate en la misión, de la nave me encargo yo”. “Señor, cuando volvamos y estemos en el año correcto, jugaremos un partido de fútbol”. – “Hecho, y luego nos tomamos un par de cervezas”.

La Serenity se coloca en posición, cerca del planeta – escudo, pero lejos de su campo gravitatorio. Nuestro pelican deja el hangar y se dirige a la entrada de Requiem. Sentado en el asiento del copiloto, veo a esa extraña esfera de metal gigantesca. Sin una pizca de vida, como si de un asteroide estilizado se tratase. De repente, un rayo de color anaranjado nos alcanza. Una estela se ve recorriendo todo el interior de nuestro transporte. Luego, se ve en la parte frontal de la inmensa esfera unas enormes compuertas abriéndose. El pelican, empieza a entrar desde el espacio abierto dejado por el abrir de las compuertas por una fuerza gravitatoria que hasta hace poco no estaba, justo como esperábamos. El Pelican se desliza dentro del planeta, y desde el interior, se observa un ambiente completamente distinto; un cielo azul con nubes, un sol radiante y de un tamaño que no coincide con el que está afuera del planeta. Desiertos áridos en una zona, océanos azules en otro, desde lejos se observan montañas cubiertos de nieve, áreas verdosas que parecieran ser bosques o tal vez selvas. Aún sigo sin comprender, como una raza puede poseer tal capacidad de cubrir un planeta entero con un escudo de metal de kilómetros de espesor, proyectar un cielo tan hermoso dentro de él, y permitir vida en su interior.

“Tenemos un problema. La fuerza gravitatoria es demasiado fuerte para los impulsores del Pelican, a duras penas puedo mantenerlo estable, pero no puedo zafarme”, dice el piloto, la teniente Claudia. – “desvía toda la potencia posible hacia los motores principales, y redirige los impulsores elevadores hacia atrás, si logramos zafarnos, estabilizaremos con lo que podamos”, dice Beka, utilizando el altavoz del traje. _ “Eso intento, pero no nos estamos moviendo lo suficientemente rápido, a esta velocidad llegaremos al suelo antes de poder salir del campo”. – “Sólo necesitamos un empujón, elimina los seguros de sobrecarga y triplica la potencia”. – “Pero eso, freirá los motores!, no tendremos nada para estabilizar la nave, caeremos como una piedra!”, - “Caeremos en caída libre, mejor que a… 15Gs”. De repente, un tirón hacia atrás. Mi espalda se pega al asiento como si me siquiera tragar vivo. Dos estallidos casi al unísono se escuchan. “Los motores se echaron a perder, incluyendo los elevadores. Mayday, Mayday, Mayday, Pelican Bravo Cinco Uno, sin impulsores y en caída libre”. Era un grito al vacío. hay una grave interferencia radial dentro del planeta, que nos impide comunicarnos con la nave. Lo sabíamos, según el informes, el Spartan 117, conocido como Jefe Maestro, liberó sin saber al Didacta, al tratar de contactar con la Infinity para su rescate, en un intento por eliminar la interferencia que en este instante nos está afectando, y que por esa misma interferencia la Serenity está posicionado tan lejos del planeta.

“Teniente Claudia, ya estamos fuera del campo gravitatorio?” – “del proveniente del pozo gravitatorio, sí. Pero aún nos queda la gravedad innata del planeta, y sólo tenemos dos paracaídas…” – “Qué! Sólo dos? Como que no pensaban en transportar gente o qué?” Beka nos interrumpe: “Los Pelicans son básicamente para transporte de provisiones, además son extremadamente confiables. No se prevee el que no puedan aterrizar en una pieza”. – “Bueno, todos los días, se aprende algo nuevo.” Tomo uno de los paracaídas y voy hacia el compartimiento de atrás. “Maestro, su fe le permite lanzarse a unos 1.500 metros de altura y llegar al suelo sin un rasguño”. Jesús me mira con cara de asombro y luego vuelve a su actitud sereno y calmado, “Interpretaré su expresión como un sí. Doctore Lena, el paracaídas es para usted”. – “Pero si jamás me he lanzado en uno!” – “pues hoy es su día de suerte, este será su primer salto”. Entre sofi y yo, le colocamos el paracaídas, mientras le enseñábamos los pasos que tenía que seguir. “Teniente Claudia, el otro paracaídas es para usted. Avísenos cuando estemos a la altura correcta para saltar”. En tan sólo unos segundos, “listos para saltar, en tres, dos, uno, ya!” Levanto en mis brazos a la Doctora Lena, y doy un salto para alejarnos lo más posible de la nave. Jorge, hace lo mismo con Jesús. – “Doctora, la voy lanzar para alejarla de mí, ya sabe, cuando la aguja marque en verde, tire de la cuerda” – “Pero y ustedes?” – “despiértenos cuando llegue a tierra, bueno, al piso”. Trascurrieron otros segundos, y el paracaídas de la doctora se despliega, al igual que el de la teniente. Mientras vemos como ellas ascendían, mejor dicho, como nosotros íbamos al encuentro apresurado con el suelo. Dios, creo que esto va a doler. El traje y el escudo de fuerza deberían de absorber gran parte del impacto, nuestro huesos tratados deberían de mantenerse intactos, pero sin lugar a dudas, va a doler. Veo el suelo acercarse a mí, ya está enfrente de mí, ya…

“Ltenio, Ltenio, estas bien?”. Escucho a Beka gritándome. “Juro, que no vuelvo a beber, no vuelvo a beber” – “Pero si eres abstemio!” – “igual, no vuelvo a beber, no vuelvo a beber”. Me levanto del suelo, con todo el cuerpo adolorido, y el mundo dando vueltas frente a mis ojos. Tardé un poco de recobrar completamente la consciencia y darme cuenta del entorno que nos rodea. Me levanto del suelo, con el cuerpo aún adolorido, pero sorprendentemente puedo moverme sin mayores inconvenientes. Echo un vistazo a mi alrededor, y veo a la Doctora Lena, a la teniente Claudia, a Jesús y al resto de mi equipo acercarse desde puntos distintos. Todos estaban bien, al menos de una pieza. “Están todos bien?”, pregunto. Sofi me responde con un tono sarcástico: “si con bien te refieres a que estamos de una pieza, pues sí. Lo que sí es que pareciera que me hubiese aporrado un Brute” – “Así estamos casi todos. Vayamos al Pelican, a ver que nos quedó de armamento y munición que aún nos sirva, y luego vamos a buscar a la bibliotecaria”. De repente, veo a Jesús extender sus manos. Murmuró algo que no entendí, pero absolutamente nada, y como por arte de magia, todo el dolor de mi cuerpo desapareció. “su fe es extraña, fuerte, pero extraña. Tienen fe suficiente para levantar montañas, pero no conocen el amor que les tiene mi padre”. – “Maestro, lo que profesas funciona a la perfección en tu era, pero 2560 años después, muchas cosas se olvidan, a otras le restan importancia. Yo personalmente soy de los que no oran pero ni un poquito, pero sé que está allí alguien velando por nosotros, y según sé, nos dará lo que necesitamos sin pedirle, y nos negará lo que no es para nosotros, aunque le roguemos, eso lo digo por mí, los demás, allá ellos, Y gracias, por quitarnos de encima el dolor”. – “Ltenio, creo que has sido muy drástico con El Maestro, pudiste haber sido más… diplomático”, me dice Beka desde mi auricular. "Él sabe leer la mente, y sabe exactamente lo que le quiero decir”. – “Así es hermano mío”, contesta Jesús. “lo ves? Tal vez deberías hacer tú la prueba, a ver si puede leerte la mente”, Beka, se sonroja. “Transpondedor del Pelican localizado a 2 kilómetros hacia el norte, marcando zona de impacto, señales amigas, y señales enemigas”. Varios puntos rojos rodean la nave. Nos espera una grata bienvenida al encontrar la nave.

Nos acercamos sigilosamente hasta las cercanías de lo que queda de la nave. Unos robots humanoides, con cuerpos de escarabajo, brazos y piernas alargadas, de armaduras cromadas con piel brillante color azul, como de dos metros de altura, husmean la nave. Son prometeos, una especie de “nativos” robóticos de este planeta. Eran humanos antiguos, de más de cien mil años de edad, convertidos en IA por el Didacta, y esclavizados en esos cuerpos robóticos para luchar a sus órdenes. Ya no guardan rastro de su humanidad, sólo son robots que actúan como robots y que procesan con redes neuronales humanas. Estaban acompañados por otros robots más pequeños, de aspecto felino, andaban en cuatro patas, y tenían una cola, cuyo extremo terminaba en una especie de arma laser. El enfrentamiento duró poco. Unos cuantos disparos, unas granadas. Balas certeras y explosiones en los lugares adecuados, los hicieron desintegrarse, tal y como decían los informes que ocurren, pues eran luz sólida con armadura (sigo sin entender cómo es que la luz puede solidificarse, no me imagino un bate de luz sólida). Nunca llegué a creerlo hasta el día de hoy.

Contemplo intacto el vehículo todo terreno que traíamos enganchado a la nave. “Vaya! el Jabalí está intacto!, ya no tenemos que andar más a pie. Sí que son buenos estos bichos, ni un celular raspa-hielos aguantaría un golpe así” – “un qué?” pregunta la Doctora Lena completamente desconcertada. – “un celular raspahielos!. Año Mil Novecientos noventa y pico, los celulares tenían el tamaño de un raspa-hielos, esa herramienta para hacer cepillados…”, me mira aún más desconcertada, “luego lo busca por internet”. Tras reagrupar las armas y municiones, nos embarcamos en el jabalí, con la teniente Claudia como piloto, Sofi como copiloto, Mientras me encargo de la artillería Jorge y Lucho iban colgados a los lados, para que la Doctora y el nazareno fuesen en los asientos traseros. y así seguimos nuestra travesía.

Al fin llegamos. Aunque nunca habíamos visitado a Requiem, los informes detallados y precisos de la nave Infinity nos fueron de gran ayuda, Un grupo formidable de Prometeos y gatos al frente. Dejamos al nazareno y a la doctora en un lugar seguro, alejado del que pronto será el campo de batalla. Avanzamos con violencia, la ametralladora en mi mano no paraba de escupir balas, la Teniente Claudia realizaba maniobras evasivas cuando se veía rodeada y atropellaba a los que se descuidaban. El resto del grupo tampoco se quedaba atrás. Jorge realiza disparos certeros con su rifle francotirador, a pesar de los abruptos acelerones, bruscas frenadas y violentos cruces. Lucho repartía granadas cual vendedor de periódicos en las películas americanas.

Una vez limpiado el terreno, regresamos por los que dejamos atrás. Nos internamos en el enorme edificio. La última parte del trayecto, lo tuvimos que recorrer a pie, pues eran pasillos angostos. Llegamos. Frente a nosotros, una extraña estructura en forma de aros. Una especie de consola frente a ella, sin mandos, sin teclas. La Doctora Lena se acercó y de repente una especie de teclado holográfico se proyecta. “Ltenio, debes insertarme en la consola para poder activar el portal”. Extraigo la matriz de Beka de mi casco, y se la entrego a la Doctora. En el panel, aparecen una gran cantidad de símbolos en lenguaje forerunner, lo deduzco, porque no entendía absolutamente nada. De repente, Una luz cegadora nos nubla la visión, fue tan rápido, que los visores de los cascos no pudieron adaptarse a tiempo. Levanto mis pistolas sin saber a qué apuntar, esperando algún sonido, algún impacto. Al disiparse la luz y volver la visión, la vi. Allí estaba, frente a nosotros. La Bilbiotecaria, o al menos lo que queda de ella, pues era la IA de ella misma antes de sacrificarse para estar con sus seres preciados, nosotros, en los últimos momentos de la primera gran extinción. 

“Bienvenidos sean. Soy la bibliotecaria. Ustedes no deberían estar aquí, al menos no tan pronto. Los dones en ustedes aún no deberían haberse desarrollado tan rápido como abandonar su planeta. Pero, si varios de ustedes corresponden, aunque ni tú Jesús, ni tú Ltenio, deberían de haber dejado la Tierra.”

“Señora, soy Lena, Lena Katina, Jefe científica de la nave Serenity. Tras entrar al desliespacio de regreso a la Tierra, al parecer viajamos atrás en el tiempo, llegando a esta época. Queremos regresar a nuestro tiempo, el año 2560, pero no sabemos cómo, por eso hemos llegado aquí, en busca de respuestas”.

“Las respuestas las sabe Jesús, Su Don se ha desarrollado completamente. Es capaz de conectarse con el dominio, permitiéndole ser omnisciente, e incluso tener poderes más allá de la lógica, aunque sea un simple humano. El dominio le ha enseñado lo que necesita saber y lo que necesita enseñar. Jesús, ya sabes lo que debes de hacer, ¿no es así?”

Jesús asiente la cabeza, ante la pregunta de la Bibliotecaria. No entendí muy bien. ¿Qué es eso del “dominio”? ¿Quizás alguna especie de fuente de información? Tiene sentido, si es algo muy avanzado para nosotros, le sería más fácil interpretar como padre. Pero si el espíritu santo no existe, ¿Qué embarazó a la madre de Jesús? ¿Hermafroditismo, tal vez?

“Ltenio, ¿Estás bien” me pregunta inquieta la doctora. “Sí, sólo que aún no escucho lo que quiero oir, cómo regresar a casa”. La Bibliotecaria prosiguió con su explicación:

“Los viajes en el tiempo están prohibidos por las enseñanzas del “manto de responsabilidad”. Pero ustedes lo realizaron sin querer, así que es justo que vuelvan. Su IA Beka ya tiene las coordenadas para la apertura de la brecha desliespacial, pero Jesús debe quedarse para conectarse con el dominio, y readaptar los parámetros de la brecha para enviarlos de regreso a través de la señal de interferencia que mi marido está usando y usará para liberarse de su prisión.” 

Se refería al Didacta, responsable del incidente de New Fenix en la Tierra, en el año 2557. El jefe maestro lo liberó sin saber que era una trampa, al intentar comunicarse con la Infinity para su rescate. Sabíamos qué no hacer, y qué no tocar para dejarlo donde está, pero aún no sabía cómo regresar a la nave. Ya sabemos cómo regresar a casa, pero no podíamos comunicarnos con la Serenity por culpa de la interferencia. Vemos a la Bibliotecaria desaparecer. Toda la habitación vuelva a la normalidad. La Doctora Lena extrae la matriz de Beka de la consola. Jesús extiende su mano, pidiendo amablemente la matriz. La Doctora Lena duda por un instante, no sabía lo que pretende el nazareno. Sin embargo, en un acto de fe, se lo entrega. 

“Beka, aunque sin un cuerpo que te sostenga, tienes un espíritu, un alma concedida por la gracia de mi padre. Háblale al Capitán Guille, a través de la gracia de mi padre, lo único que necesitas es fe para hacerlo.”

La matriz de Beka brilló con una intensidad anómala. De repente su voz inunda toda la habitación. 

“Capitán Guille, aquí Beka. Código de autenticación Tita-Tita-Mambrú-Málaga. Solicitamos Extracción en pelican. No crucen el horizonte hasta dentro de dos horas. Repito, no crucen el horizonte hasta dentro de dos horas. Hay un campo gravitatorio de alta intensidad que debemos desactivar primero”.

“Beka, ¿Eres tú? Pero, ¿Cómo es posible? Esto no puede ser mi imaginación. El código de autenticación es confidencial, ni siquiera lo sé yo, pero está en la red neuronal. Un pelican estará con ustedes en dos horas.”

Ahora sí, no vuelvo a beber. Acabo de escuchar la voz del Capitán en la habitación. Todo el mundo está tan asombrado como yo. Todo el equipo se han quitado los cascos para conseguirnos con las miradas atónitas. 

“Muy bien equipo, es hora de moverse, tenemos un campo gravitarorio que desactivar en menos de dos horas, no hay tiempo que perder”. Jesús me entrega la matriz. La inserto en el casco y me lo pongo. El resto del equipo hace lo mismo. Partimos a toda prisa hacia el jabalí. 

Llegamos al pozo. Beka me indica que la extraiga y la inserte en la consola cercana al gigantesco pozo, que más bien debería llamarse cráter gravitatorio. Veo su holograma proyectarse. No entiendo por qué la insistencia de las IA en proyectarse. ¿No deberían invertir los recursos para proyectarse en tareas más importantes? Ha de ser porque es un ínfimo porcentaje de recursos los que necesita. Así que tienen para presumir.

“Ltenio, ¿ves ese proyector de luz sólida, arráncalo nos lo llevaremos, aquí no hará falta, pero no se lo entregues a nadie”, me dice Beka mientras señala con su dedo fantasmal la ubicación del proyector. Tenía el tamaño de un balón de futbol. “Ya voy Beka. ¿Cómo va la desactivación?” – “Está casi listo. Estoy programando su reactivación y el cierre de las compuertas para cuando nos marchemos”. La Doctora Lena no para de pulsar botones en el teclado holográfico. Parecía saber muy bien lo que hacía. Mientras tanto, voy y arranco de un solo tirón el proyector. 

Pasaron las dos horas, en el cielo, vemos las luces parpadeantes de un pelican descender. Aunque iba rápido, no venía tan estrepitoso como lo hicimos nosotros. Eran muy buenas noticias. El campo gravitatorio estaba desactivado.

“Beka es hora de irnos”, exclamo con alegría. Pero la veo, su rostro, tenía un aspecto de muy cansada, sus ojos se cerraron. La vi desplomarse y luego desapareció,

“Tranquilo, Ltenio”, dice la Doctora Lena, “se saturó con toda la información que extrajo. Por eso está bloqueada. Ya todo está hecho. Una vez en la nave, y descargada su memoria en los servidores de la nave, volverá a su estado normal. Toma, guárdala”.

En un instante el pelican descendió sobre nosotros. El regreso fue muy tranquilo. Tras cruzar el horizonte, y contemplar la negrura del vacío del espacio, vimos como las compuertas empezaron a cerrarse hasta impedir que el último haz de luz saliera.

Llegamos a la Serenity. Todo pasa a una velocidad imposible de describir. La matriz de Beka están en su lugar. Beka no aparece, pero sí las coordenadas. La brecha se abre. La voz de Jesús inunda el puente.

"Bienaventurados los que tengan fe. Finalmente me reuniré con mi padre a su derecha. A ustedes les veré después".

Le vemos en el puente. allí estaba. tan real como de carne y hueso, no como las holoproyecciones. De repente desaparece, seguido de una enorme sacudida.

"Capitán, entramos a la brecha, pero está colapsándose. Lo único que lo mantiene abierto son... nuestros escudos. Si llegan a ceder, partirá la nave en mil pedazos".

"Eso no pasará. Siga adelante. Salgamos de esta brecha, y estaremos en casa".

Luego de un tiempo que parecía ser infinito, multiplicado por las sacudidas de la nave, al fin salimos de la brecha. Las pantallas se llenaron de ciertos de mensajes provenientes desde todos los rincones. Finalmente llegamos a casa. Pero aún faltan cosas por hacer: Despertar a Beka, comer un poco porque tanta emoción me dio hambre, y lo más importante: que hacer con el proyector de luz sólida que Beka me ordenó arrancar? Cuando despierte en el siguiente capítulo me dirá.