sábado, 3 de septiembre de 2022

Cuando despiertas y ves en el televisor "contagio"

 Uno de los errores que cometí el día de hoy, fue encender la televisión apenas levantándome: me destrozó todo el buen ánimo que el día de hoy necesitaba. Reviví, a través de la película mientras desayunaba, todo lo que pasó en la pandemia: cosas malas como las muertes; cosas aún más malas como la inconsciencia o peor aún, la desinformación; pequeñas cosas buenas, como una familia más unida. Me dio curiosidad sobre el año que se estrenó la película: grande mi sorpresa cuando veo que era del 2011. En este momento, siento que los escritores hicieron muy bien, tal vez demasiado, su trabajo, pues predijeron con bastante precisión lo que pasó con el COVID-19 que, a todas estas, aún está allí.

No puedo evitar asociar todo lo que ocurrió en la película con lo que pasó, tanto a nivel mundial como a nivel interno. A pesar, de que se llevó a familiares, por poco me deja sin hermano, mis más hermosos momentos junto a mi hijo los pasé en ese tiempo. Lo extraño un montón, A veces pienso que jamás lo volveré a abrazar, me da miedo el hecho de que, a pesar de que me ve a través del celular todos los días, no me guarde en su mente como yo lo guardo a él. En todo caso, mientras sea feliz y pleno, creo que cualquier cosa valdrá la pena. Eso fue lo que me dije y le dije a mi esposa cuando emigraron, y sin importar lo que pase, no me arrepiento de esa decisión.

No sé por qué tardé tanto en escribir estas líneas. Quizás sea tantas cosas que me inundan la cabeza. Debo ponerlas en orden, debo ponerme en orden, debo poner las cosas en orden. El día aún es joven y aún se puede aprovechar.

El villano en nosotros.

 En muchas películas, relatos, novelas, el villano, que no siempre está presente, está personificado y que, por lo general, no es el protagonista, queda claro que ese es su papel.

A veces, simplemente no hay un villano en la historia: películas como "pasajeros", "la llegada"; quizás allá malas intenciones de algún personaje, pero no lo suficiente como para calificarlo de villano. En otras ocasiones, sobre todo las de suspenso o acción, el villano está oculto hasta casi el final: como Ozimandías de "Watchmen", como  Jon Voight en la primera "Misión Imposible"; con buenas o malas intenciones, pero villanos al fin, porque así la historia los posiciona. También hay villanos no personificados, como una catástrofe, un virus, zombies, en fin, algo o alguien a que o quien repudiar y que, en contrapartida, se pueda empatizar con los protagonistas.

Y que pasa cuando el villano es uno mismo sin saberlo, o lo que vendría siendo igual, que el villano sea el protagonista sin que haya vestigio de ello? y no me refiero al tipo antihéroe como "the Punisher", no como el profesor de "la casa de papel" que se está claro que, aunque son protagonistas, son los malos; me refiero a cuando de repente, después de varios sucesos, empiezas a armar lo que ha pasado y, te llega a la cabeza la conclusión inevitable: "yo lo provoqué, yo soy el malo de la peli, todo lo ocurrido es culpa mía..."

Doy gracias a Dios, que esta idea simplemente se me surgió, no es que aún me haya pasado. De hecho, espero no me pase y, sin en verdad soy el villano, que no me entere.  Estuve rebobinando en mi cabeza, si hay alguna peli o historia donde esta "epifanía" ocurre y, lo más parecido a ello, es una película que se llama "Predestinación", en donde, gracias a los viajes en el tiempo, simplemente nos deja claro que el libre albedrío es sólo una ilusión.

Otra película, que en el instante que escribo se me ocurre es "Pandorum", donde el personaje de Dennis Quaid es quien provoca todo el mal, pero que al despertar sin memoria, no lo recuerda, quizás algo similar a la película "Total Recall" en cualquiera de sus dos versiones.

Tal vez, esa introspección lo deberíamos hacer con cierta frecuencia, en especial los que ostentan cargos importantes y que cuyas decisiones afectan a muchos: poder darse cuenta en el instante en que se vuelven villanos y poder corregir el rumbo de las cosas, antes de que sea demasiado tarde.