jueves, 5 de mayo de 2022

Escribo de nuevo

Quiero, en vez de hacer cualquier cosa, escribir una vez más, para recordarme que sigo vivo,  y que aún hay mucho por hacer.


Muchas llamadas por atender el día de hoy, algunas me permitieron hacer cosas, otras, simplemente requirieron de mi atención absoluta. Parece mentira el tiempo que hoy gasté atendiendo llamadas, todas estrictamente profesionales, claro está, con el toque de compañerismo y camaradería que conlleva.


Por ahora, tengo pendiente esta misma noche hacer algunos ajustes a la bici, que ya le toca un mantenimiento mayor, pero por ahora sigue funcionando y hay otras prioridades. Por otra parte, también hay cosas que hacer en la pc. Pero primero, como siempre dice "la máscara", vamos a comer, que ya es hora de cenar, cosa que lo confirma mi sistema digestivo.  

Promesas y más promesas

Tengo demasiado tiempo sin escribir, demasiado tiempo sin comprometerme a ello, así como a otras muchas cosas. Tengo tantas que decir, que decirme, que prometerme y que cumplirme, poder leer esto el día de mañana, y poder decir con satisfacción que cumplí mis metas o mirar con reflexión y pensar en cómo alcanzarlas.

---

La visión de un hombre araña.

 En mi opinión, no hay mejores películas de hombre araña, que la primera (me refiero a la de Tobey Maguire, dirigida por Sam Raimi, porque hubo una antes de esa de producción japonesa, información cortesía de youtube) por muchas razones: la esencia de la película, la reflexión que nos invita el personaje, su soundtrack.

Me imagino a una persona cualquiera, parado en el borde de la azotea de un rascacielos. Nadie en su sano juicio lo hace y, lo más probable, es que simplemente quiere dar un paso más, porque su vida ya no tiene sentido. Pero lo mismo no ocurre con el hombre araña, ese borde, ese abismo, ese paso que es más bien un salto, es el inicio de su acción: él no mira ese abismo como el fin, como el escape al mundo asfixiante, sino más bien su inicio, su llamado a actuar.

Reflexiono sobre eso, porque, en más de una ocasión, me he sentido estar en ese borde cual mortal y ahora que lo pienso, realmente puedo en vez de dar un paso, dar un salto y, en vez de arrojarme al vacío, lanzarme hacia una nueva oportunidad. Si una vida tan trágica como la del hombre araña, puede ser motivo de inspiración, por qué nosotros tenemos que autocompadecernos en vez de inspirarnos a nosotros mismos y a otros, tal cual como un héroe.

Promesas:

Debo prometerme en ser más disciplinado, en seguir hábitos saludables y en escribir al menos una vez al día, por la salud mental y psicológica, salud!!.

Debo ajustar mi vida a temporizadores, a aprender ser más eficiente con el tiempo. Todo eso, sin descuidar que tengo a una persona, corrijo, dos personas que amo, y que si bien están al otro lado del charco, debo comprometerme a reecontrarnos.

Y ahora como lo llamo??

En un principio, le decía a mi bebé bodoque, obviamente por la era del hielo. Luego y así se quedó, le empecé a decir piojito, pues porque era mi piojito. Ahora, que ha crecido y que tengo tiempo sin poder abrazarlo, sin poder compartir con él, sin poder jugar pelota, al caballito, a tantas cosas que, en cortesía de la pandemia, pude compartir con él, pues el tiempo en casa sobraba, y son de esas cosas que le doy gracias a Dios por ello.

Como dije, para piojito, ya no tiene tamaño, así que, ¿Cómo lo diré? ¿Por sus iniciales? ¿Le diré spidy? (es fanático del hombre araña, como alguna vez fue su papá) no lo sé. espero poder averiguarlo pronto. Mientras, toca levantarse de la pc, hacer cosas, y hacer del tiempo productivo.