Una de las preguntas que de niño
uno hace respecto a Adán y Eva: ¿por qué carrizos Eva le echó diente a la
manzana? Más aún ¿por qué el mandarina de Adán también lo mordió? La primera
respuesta que los adultos nos dan es el libre albedrío, que para ese entonces no entendemos qué es, y la subsiguiente charla
sobre planes, amor y demás cosas relacionados a Dios.
Asumiendo dicho acto como cierto,
¿hubiese sido conveniente la NO existencia del libre albedrío? Si ellos no
hubiesen mordido la manzana jamás tuviéramos este parapeto de mundo que
nosotros mismos hemos moldeado. Quizás otro parapeto, pero no este.
Ahora extrapolemos las cosas: NO
libre albedrío = mundo en orden, sin caos. Como el libre albedrío es algo que
no se puede eliminar, lo más cercano a ella, sería un lavado de cerebro;
adoctrinamiento. Algo que es aún más eficaz si se implementa desde la infancia.
Entonces: si, No libre albedrío es similar a adoctrinamiento, ¿será también
similar a mundo en orden, sin caos? En el caso que lo fuera, ¿valdrá la pena?
De seguro que para nosotros, desde nuestro enfoque subjetivo, condicionado por
nuestros valores inculcados, donde reina el derecho a la opinión, libertad de pensamiento, de expresión, donde nunca
nos lavaron el cerebro (creemos nosotros), es un enunciado que raya en la locura. Pero, ¿y qué
pensarían los especímenes y su correspondiente "mundo" de ese resultado al respecto? ¿Qué opinarían sobre
nosotros y nuestro mundo caótico?.
¡Viva el CAOS!!! Yo lo prefiero al adoctrinamiento. Sería muy aburrido un mundo donde se nos obligara a pensar a todos lo mismo.
ResponderEliminarTengo una teoría. Me di cuenta hace poco, leyendo a Thomas Mann en José y sus Hermanos. En lo referente a Adán y Eva y lo de darle un mordisco a la manzana del árbol de la ciencia, del bien y del mal; es sólo un cortapisas para que la gente no tenga curiosidad sobre la ciencia o se plantee una ética diferente a la que se enseña en la Biblia. Mejor haber perdido el Paraíso que vivir bajo el mandato de un Dios caprichoso que se enfurruña si se le cuestiona.
Bueno, yo tengo otra perspectiva: no es que sea machista, pero, jamás desprecio algo comestible y delicioso, sobre todo si me lo ofrece una mujer. Así que yo sería tan culpable como Adán. Respecto a Eva... sí, definitivamente viva el caos.
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