Estados Unidos y Europa viven una
crisis. Es lo que las noticias informan. Ellos hasta antes del desplome
económico, tenían una estabilidad que permitía acceso a comodidades y lo más
importante: una seguridad ante sus necesidades básicas: alimentación, salud,
educación, transporte y seguridad. Con el desastre económico, todo esto se ve
amenazado, la ciudadanía en general no logra adaptarse a estos cambios, y surge
la crisis. Crisis, que se supone es remediable, siempre y cuando los
gobernantes sepan hacer bien su trabajo.
Lo que vive mi país es algo
diferente: nunca hubo una estabilidad económica, nunca hubo siquiera una
seguridad ante las necesidades básicas, las comodidades eran un privilegio, no
era algo para “todos”. Siempre hemos vivido en caos.
Gracias a ello, nos hemos vuelto
tolerantes a todas las injusticias que todos los gobiernos han cometido; somos
capaces de reírnos ante las inmensas colas de hasta 24 horas que hay que hacer
para no conseguir alimentos básicos; proyectos de gobiernos concebidos para
ganar votos a costa del decremento económico nacional e inculturizar a la
población.
Soluciones de acuerdo a mi corto e
ignorante punto de vista: aislar y adoctrinar a un reducido grupo de niños de
unos 300 a 500, fuera de la corrupción e influencia del mundo exterior, para
que al crecer tomen el control de la nación: que vacíen las cárceles poniendo a
los reos a trabajos pesados; encarcelando a todo político o militar corrupto,
que son todos, y confiscando todos sus bienes para el Estado; suprimiendo todo
intento de rebelión, anarquía o similar con fuerza militar extrema; estatizando
de manera absoluta la educación e impartir la doctrina que ellos mismos
adquirieron; todo esto, inherentemente enviando los derechos humanos rumbo a
Saturno, para no usar términos más precisos.
Las posibilidades de que ocurra:
nulas. De ahí la diferencia entre crisis y caos: la primera es remediable, la
segunda, tendría que intervenir las manos de Dios, porque una sola no bastaría,
por lo cual cualquier ateo concluiría que no tiene solución: como las
ecuaciones con coeficientes proporcionales entre sí, mas no proporcionales
entre términos independientes. (Perdón por la clase de algebra improvisada,
extraño ese año cronológico en particular).
La crisis en España (no en toda Europa, por fortuna) nos está sumergiendo en un caos del que parece prácticamente imposible salir. Hoy mismo nos han robado el derecho a una justicia universal y gratuita. Ahora los pobres serán más culpable de cualquier acusación que alguien que sí se pueda pagar un buen abogado. ¿Existe mayor injusticia? Estaría bien poder mandar a todos los dirigentes políticos a Saturno (y ponerlos en órbita, flotando entre sus anillos).
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