martes, 30 de septiembre de 2014

Inamobilidad pa´rodar

De algo que siempre he podido presmir, es mi combinación de velocidad  y agilidad con los pies. Correr, brincar, cambiar de posiciones bruscamente es algo que hago de manera natural, y me gusta hacerlo. Correr tras un bus, huir de un perro bravo y grande (si fuera chiquito no correría), pegar brincos para esquivar charcos de agua, agacharme, sentarme, pararme, todo en un sólo segundo, incluso con algo de peso, tampoco me representa inconvenientes... hasta hoy.

Un acné monstruoso en el tercer ojo, (ese que es ciego) me ha dejado sin poder hacer casi nada de lo que más me gusta hacer. Es todo una penuria estar de cualquier manera: estar de pie, sentado, acostado; peor aún cuando hay que caminar o subir escaleras; correr es literalmente un suicidio ante el dolor producido. 

De momento, creo que la cosa ha mermado un poco, o al menos ya recuperé un poco de movilidad. Aunque según mis análisis basados en síntomas presentes, aún no podré correr ni hacerme el héroe. supongo que esto es una especie de vacaciones que Dios me habrá concedido para reflexionar sobre aquellas personas que simplemente no podrán moverse como quieren, cuando lo mío es solamente temporal (espero, porque según la información en internet, si se prolonga puede tener complicaciones a largo plazo).

Menos mal, que estas entradas creo que no las lee ningún conocido, y si lo hace, pues en dado caso, seré una de las pocas personas que rompan con el tabú. Total, le pasa a cualquiera así que no le veo el por qué de tanto misterio.

2 comentarios:

  1. Huy, pobrecito. Espero que el dolor sea leve. Guille también las sufrió por culpa de la bicicleta y él, que siempre está de buen humor y alegre, permaneció malhumorado durante una semana completa.

    Referente a enfermedades y males, mejor no hacerle mucho caso a lo que dice Internet: suele meter la pata porque se hace eco sólo de los casos más típicos.

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  2. Gracias por los buenos deseos, pero creo que no fueron suficientes para mitigar el dolor. Gracias a Dios (que no venga a nadie a criticar mi mono-poli-ateismo, soy peor que PI) que ya está mucho más calmado. Estoy bajo tratamiento, un poco incómodo pero no me ha quitado ni las ganas de vivir ni el buen sentido de humor, Poder Hippie.

    Espero que ya se te haya curado el resfriado. Menos mal que estás lejos de Madrid. Como precaución, ropa gruesa, y manos siempre en los bolsillos, nada de contacto físico hasta que la tormenta pase. De seguro ya te habrás informado muy bien de cómo se contagia el ébola, pero no está de más que te lo recuerde, y también recuérdale al Capitán.

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