No me considero un mal vecino, si aplica el lema que quien no molesta es buen vecino. Lástima que no puedo decir lo mismo de quienes me rodean. Gracias a la alcaldía, que no recoge la basura, la acumulación llevó a unos de los vecinos a cometer el acto primitivo de regarle combustible y prenderle candela. Muchos asfixiados desprevenidos, y la tubería de agua principal de mi casa quedó hecho añicos. Resultado: no pude almacenar agua de la calle que llega una vez por semana. La buena noticia es que tengo reserva para una semana más, la mala es que dispongo de sólo cinco días para reparar la tuberia, comenzando por excavar para averiguar donde está el otro extremo, en medio de toda la basura quemada.
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¿Es que tenéis huelga de los basureros? Aquí la sufrimos hace unos meses (si mal no recuerdo, a principios del invierno pasado). Los contenedores quedaron cubiertos por las bolsas y algunas aceras permanecieron intransitables durante días. Espero que por ahí haya comenzado ya a bajar las temperaturas. Imagino que será insoportable la putrefacción de la comida, el hedor que eso genera, con la montañas de desperdicios.
ResponderEliminarPor otra parte, ¿no deberías exigirle al lumbreras de tu vecino que te pague la reparación de la tubería? Él ha producido la avería, él debería repararla, o, al menos, cargar con los gastos.
No tenemos huelga de basureros, es que NO tenemos basureros gracias a la alcadesa, que de alcadesa lo único que tiene es el título ganado durante las votaciones. Es la alcadesa que nos merecemos, pues la preferimos a ella, que ya sabíamos que no servía ni para la portada de un libro, antes que a un muchacho con un proyecto de gobierno que abarcaba todas las necesidades básicas de la ciudad. Ya la ciudad en general está acostumbrada a la putrefacción que engulle a la ciudad, y eso nos sirve de repelente para los zancudos.
ResponderEliminarLo de exigirle al vecino la reparación, claro que está en mi derecho, pero para poder ejercerlo, necesitaré de un abogado o de una pistola, (por eso es que es mal vecino) y no tengo dinero para lo primero, ni ganas de enbromarme por la segunda. El día que mi paciencia se acabe, creo que me conocerán a nivel mundial.
Aquí tenemos suerte (de momento) con los barrenderos y basureros de la ciudad. Ayer tuvimos una tormenta de órdago, la mayoría de los árboles quedaron deshojados. Esta mañana a primera hora, en muchas zonas, sólo quedaba rastro de lo sucedido en los coches que estuvieron aparcados bajo ellos, pero el suelo aparecía impoluto. No ocurre lo mismo en Madrid, que para ser la capital de España, es bastante marrana.
EliminarMejor no meterse en asuntos de abogados: se empieza con ellos y nunca se acaba.