sábado, 14 de junio de 2014

Internet, de Nuevo, al fin soy feliz

Tener muchas piedras en la mano, sin poder arrojarlas al mar, es un martirio. Si bien las piedras no hacen ni el ridículo cuando una ola se asoma, y que irá a parar inevitablemente al fondo del mar, sin que nadie la pueda apreciar, lo hacemos porqué nos da un sentimiento de liberación, de esperanza y deseos.


Así estoy con el internet. Mucho escrito, mucho pensado, nada subido. La luz se va 3 veces a la semana, y con ella el internet por dos días. Resultado: un solo día de internet a la semana, que para colmo no logro estar en casa, y eso que vivo sólo. Bueno, la buena noticia es que tengo muchas piedras para lanzar; la mala, es que 1+1=1 (un mal chiste que leí).

2 comentarios:

  1. Ja, y pensar que yo me quejo cuando se va Internet media hora cada tres meses (por lo visto, lo necesitan para hacer reformas en la red).

    Lo peor es que aunque no hayas disfrutado del servicio de Internet durante unos días, los malditos te cobran el mes completo.

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  2. Ey! más respeto a la compañía de telefonía nacional estatizada! el término correcto, adecuado, coloquial propio de mi ciudad es: "re-mar-di-tos", con un ahínque pronunciado en la sílaba "re", y una marcada y evidente "r" de la segunda sílaba. Recuerdo que habías mencionado que padeciste de dislalia, así que puedes disfrutar pronunciando ese término, tanto como yo. Lo que siempre me obstina, más que el hecho de que no tengo internet, son las "vamos a realizar unas pruebas para verificar fallas, según nos exige el reporte", las cuales me las sé de memoria, y estoy consciente que mis equipos están operativos. Así que simplemente disfruto de la voz melodiosa de la operadora, hago las pausas equivalentes al tiempo de conectar y desconectar equipos, y digo "listo, las luces del modem siguen iguales!"

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