domingo, 6 de abril de 2014

La evolución humana

De vez en cuando me pasan por la mente pensamientos apocalípticos. Tan frágil nuestro planeta, flotando en una órbita convenientemente lleno de vida, iluminado por un sol dador de vida, una luna que hace subir y bajar los mares. El planeta Tierra es o era como cuando nos dimos cuenta de ella por primera vez, tal vez hace unos 3000 años, tal vez un poco más. Supongo que para aquel entonces, la gente tenía otras preocupaciones distintas a las nuestras. 

Pero nuestra evolución, a escala exponencial, a nivel tecnológico claro está, pues a nivel biológico seguimos siendo la misma masa consistente de musculos, huesos y neuronas, finalmente se ha verticalizado, para nuestra desdicha. Hemos, sin darnos cuenta, roto el balance natural que la madre naturaleza nos ha impuesto. Hay más gente de lo que nuestro planeta puede sostener. Y las consecuencias ya las estamos empezando a ver.

A nivel moral, el decir "somos muchos, sacrifiquemos un poco, tanto como un 50% de la población". Sólo es aceptable si estás jugando Age Of Empire, Warcraft III o similar, ya que en la vida real, quien diga eso seria tildado de asesino, terrorista y demás sinónimos.  Lamentablemente es una triste verdad, y si no empezamos en buscar una solución al respecto, estaremos perdidos.

China se había dado cuenta de ese problema, e instauró un severo control de natalidad. Pero el plan no dio tan buen resultado que se diga, pues ahora se están minando de viejos, está empezando a escasear, relativamente claro está, la mano de obra joven, y es posible que el gasto público e incluso individual, se vean afectados por tener que sostener a la población anciana que sólo se está incrementando. En resumidas cuentas, o el control de natalidad no sirve o faltó algo adicional por hacer. 

Como siempre, es muy fácil ser objetivo al respecto, volverlo todo número y estadística, extrapolar las cosas a unos cien o doscientos años. Pero a la hora de la verdad, en el momento en que tenemos que ser subjetivos al respecto, todo cambia radicalmente. Al menos yo no estoy dispuesto a pulsar un botón para matar a mil personas, ni muchos menos alegrarme por ver morir a mis seres queridos, que precisamente por ser muy pocos son muy queridos. De seguro, al igual que yo, la mayoría de la gente piensa de esa manera, así que no queda más de otra que caminar inexorablemente hacia... Dios. 

Preferí usar esta palabra, como una especie de "regresar al origen", caminar inexorablemente hacia la muerte, es demasiado emo, aún para mi gusto, mis disculpas si llegué a generalizar.

2 comentarios:

  1. No sabía que en China estaba siendo un desastre la ley del hijo único. Sí sé que en los últimos tiempo la estaban relajando bastante, pero pensaba que era gracias a la emigración.

    Hasta hace poco creía en la teoría de Gaia (que la Tierra es capaz de regularse ella misma, destruyendo todo lo dañino); pero ahora me temo que los humanos nos hemos hecho demasiado fuertes para que pueda restablecerse ese equilibrio (evitando las epidemias, por ejemplo). Puede que en Europa ya hubiera sobre población si en la Edad Media no hubiera habido la gran epidemia de peste que diezmó a las ciudadanos que vivían en las grandes ciudades, principalmente (en Barcelona murieron el 60%)

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  2. Suena en exceso perturbados, hasta seríamos tildados de terroristas el simple hecho de pensar de esa manera. Pero desde un punto de vista objetivo esa es la realidad, cruda y cruel realidad.

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