martes, 8 de abril de 2014

La evolución de las computadoras.

Mi primer contacto con lo que podría calificarse como computadora, ocurrió a los doce años. Era una calculadora científica Casio FX-850P. estaba provisto de lenguaje BASIC; y un manual de aproximadamente 200 páginas, que devoré para poder sacarle provecho a ese hermoso aparato. Gracias a ella, logré resolver mis primeras ecuaciones, sin tener conocimiento alguno sobre despeje; en los exámenes de bachillerato, le salvó la vida a más de un compañero; y en la universidad fue una gran ayudante hasta que mi salón, en pleno examen, fue victima del hampa.  

Para aquella época era raro que alguien tuviese una computadora como tal, y aún más raro quien supiera usarla. Seamos claros, no cualquiera entiende ms-dos, ni mucho menos lenguaje C, Fortran o similar, que eran los lenguajes, o sistemas operativos, si así se le puede llamar, que se usaban para esa época. Prueba de lo complicado que eran, era el hecho, de que te otorgaban un título por saber usarlos.

Con la aparición de Windows (tuve el privilegio de usar el 3.1, en que se iniciaba en ms-dos y tenías que teclear win.exe). Aunque era tosco y primitivo, era mucho más amigable que incluso tener que programar en Basic. a partir de allí, su evolución me acompañado desde el 95, hasta el actual 8.1.

A estas alturas hasta una niña de tres años, es capaz de encender la computadora, buscar un video en youtube y bajarlo. Además abre Word, tipea un dictado, y lo envía a imprimir. Para culminar, hace una presentación en Power Point, con una imagen dibujada en Paint, previamente descargada de Google. todo eso, lo vine haciendo cuando tenía 18 años, y no es que lo hacía con los ojos cerrados.

Tanto avance me hace pensar: ¿llegará el día en que conectemos nuestros cerebros directamente a los dispositivos? ¿Alguna inteligencia artificial, cobrará vida propia y se rebelará contra nosotros? ¿Podremos seguir viviendo si la tecnología se extingue en  un abrir y cerrar de ojos para siempre?

2 comentarios:

  1. Qué curioso: yo también tuve una Casio muy parecida a la tuya (no recuerdo qué versión, aunque sí que tenía menos botones). Se la cambiaron mi hermanos a un chaval por un tubo de escape porque sabían que me gustaban esos trastos. Me fue muy útil para trigonometría. Ahora no tengo tanta paciencia para programar cacharros (mi teléfono, casi lo tengo virginal, tal como salió de fábrica).

    Lo de tener implantes cerebrales tipo gafas de Google... creo que incluso nosotros lo veremos (muchas veces imaginamos que cualquier avance tecnológico le está reservado a generaciones venideras, pero éste en concreto, creo que está muy cerca).

    Lo de rebelarse la tecnología contra nosotros... creo que ya lo hacen: cuando intentas imprimir algo, está todo correcto, pero de repente te sale una entidad donde no la hay o un sombreado se escapa sin explicación de la isla definida...

    Sería muy complicado vivir sin Internet ni ordenadores. Casi todo lo que hacemos, depende de ellos. Seguro que habría suicidios masivos.

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    1. Las impresiones... esos eternos misterios. Recuerdo al jefe de sala técnica, quien fue mi mentor en autocad. Con todas sus canas,túnel carpiano y edad (estimo que para ese entonces tendría más de sesenta años), era un as de autocad, todas las revisiones nos lo hacía en pantalla, pero la última o penúltima siempre nos ordenaba imprimirlos, por la misma razón que tú dices.

      Lo de vivir sin ordenadores ni internet... por este lado del mundo, muchas cosas colapsarían, pero sin embargo viviríamos felices... tal vez no. Electricidad es controlado por computadoras, sin electricidad no hay aire acondicionado, y si no hay aire acondicionado hay un calor infernal de al menos 40 grados Celsius.

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