domingo, 9 de marzo de 2014

Concentración de sucesos

Ayer fue un día muy extraño para mi gusto. Ocurrieron muchas cosas que no es común que ocurran, aunque lo más importante que hay que destacar es que me sentí a gusto en el hecho de que me trajeron gratos recuerdos y sensaciones nuevas.

El día comienza justo donde se quedó ayer. Acababa de descargar el windows 8.1 de 64 bits, como todo buen venezolano que se precia de no comprar ningún programa original. Tras instalarlo, trastear con los activadores, el idioma, la apariencia, luego el office, y un almuerzo con unos panes tipo perrocaliente con sólo queso clineja, se han hecho las 4:30pm. Instante en que mi jefe me llama para recordarme ir a su casa por motivo del cumpleaños de su esposa. Y menos mal que lo hizo, pues desde que no le hago caso al facebook se me olvida incluso mi propio cumpleaños. Baño, perfume y ropa, y autocad 2013 descargando. Un chasco me llevé al respecto, pues es una de tantas piedras con las que me tropecé, ya que la versión que tengo de 32 bits, ni siquiera se deja instalar.

Casa del Jefe. Un caluroso saludo de parte de sus niñas, siempre me han visto, al menos así prefiero pensar, como un tío y no como un empleado. El dicho reza cumpleañera no cocina, así que le toca al jefe colocarse delantal, echar cuchillo y fregar los platos. Una suculenta cena se veía a lo lejos, a lo lejos porque duró cuatro horas la preparación: carne, chorizo, chinchurria y morcilla, ensalada pico de gallo, queso al sartén, yuca cocida, y ají picante para los hombres presentes, que eramos dos. No pude resistirme al llamado de los cuchillos, lo único que me gusta de cocinar es picar, rebanar y filetear, lo único que me gusta es ver como el cuchillo hace su trabajo. Mientras preparaba la ensalada, los ingredientes del picante casero, y conversaba sobre política, Dios, suerte y windows, mi mente se inunda de recuerdos, recuerdos de cuando estando en la universidad trabajaba en una hamburguesería, haciendo exactamente lo mismo, picar rebanar y filetear. 

La cena está lista, servida y todos a la mesa. Un rato agradable. Los chistes de las niñas, los comentarios del cocinero, el rico sabor, fruto de más de cuatro horas. Morzilla, chinchurria y ají sólo para hombres. Mujeres y niños le tienen idea debido al aspecto. Una de ellas me dice al oido: "pestaña tres veces si no te gusta o estás obligado". Pestañé dos veces. Jamás le he tenido idea a la comida, bueno, ya no la tengo, un cuento largo que en otra ocasión será contado. Lo cierto es que estaban riquísimos. Pasa por primera vez: gracias a lo delicioso, no mastiqué lo suficiente, y una larga fibra se encuentra entre mi garganta y mi boca. No lo termino de tragar, no lo termino de regurgitar, no logro respirar. Gracias a Dios (o a la evolución), relajo mi cara, muestro una sonrisa, hago una seña, y me dirijo al baño. No pasó a mayor. Sólo era cuestión de abrir la boca... No pasó nada. sólo era cuestión de halar. Considero no dar mayor detalle, no es que no provoque, para no provocar incómodos.

De vueltas a la mesa, sin incidentes hasta terminar. Sobras para los gatos que en este instante habitan en el edificio, son llevados por la cumpleañera y la más pequeña de las niñas que adora a los animales. Vasos, cubiertos, platos y sartenes son lavados y secados para guardarse. De nuevo los recuerdos me inundan: mi primer día en la hamburguesería, ocho horas fregando y lavando de todo, hasta lo que estaba limpio, manos más arrugadas que una pasa, y mi cara inmutada, justo como este instante.

Llegó la hora más importante de todo cumpleaños. La torta, la vela y la canción. Por primera vez en mi vida, entono lo canción con gusto, la canto como si fuera pavaroti, bueno, como si quisiera serlo. Un deseo es pedido, una vela es apagada y me toca encender las luces cegando a todos por un instante. Gran trozo de pastel es servido para todos los presentes. Le sigue una extraña conversación sobre plantas, riego, anécdotas, risas y recuerdos. Miro el reloj, me percato de que el tiempo ha pasado volando. 10:30 pm, las niñas durmiendo y ya es hora de que parta a mi casa.

De regreso a mi humilde morada, Veo lo descargado: Autocad LT2013. ¿Y con qué se come? me pregunto, pues eso no era lo que tenía en mente. Consulto al oráculo, digo al internet. Me doy cuenta de la diferencia, los cuales parecieran no afectarme. Lo instalo, lo pruebo. Sacrilegio. No tiene express tools. Desinstalar, borrar con gran enojo, buscar el Autocad correcto. Al fin lo encuentro. Sólo falta descargarlo. Tomará buena parte de la noche. Es hora de dormir. El cuerpo, la mente y la cama se fusionan junto a  los brazos de la esposa de Morfeo. Ya sé que así no es la frase, pero como que suena rarito, salido de closet la frase como la conocemos.

3 comentarios:

  1. ¡Anda! Coincidimos en lo de haber trabajado en un establecimiento cara al público durante la carrera. Yo en un bar. Por la noche se servían copas, por las mañanas desayunos. Era una agonía las noches de los domingos que se enlazaban con las mañanas de los lunes. Tenía que ir a la facultad sin haber pegado ojo. Menos mal que aquella época ya pasó.

    Qué curiosa la comida. La morcilla y el chorizo sí son muy normales por aquí, pero lo demás apenas me sonaba. Aunque después de ver los enlaces, me doy cuenta que sólo son nombres diferentes y pequeñas variaciones para prácticamente lo mismo. Vuestro pico de gallo es muy parecido a nuestra pipirrana (con pimiento verde, y algunas personas le echan también pepino; muy agradable de comer en verano).

    Cuando abrimos el estudio en Barcelona, como nos dieron un subvención y sabíamos que tendríamos inspecciones, compramos los programas más utilizados. Entre ellos AutoCad, la versión LT (no recuerdo el año) que era la más barata. Nos dio tantos problemas, molestaba tanto con la petición de nuevas contraseñas y actualizaciones, que tuvimos que desinstalarlo y buscarnos una copia pirata (muy a nuestro pesar).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando quieras, están a la orden. Tengo los instaladores de Autocad 2008, 2009, 2011, 2013, todos en 32 bits y 2013 en 64 bits. Office 2003, 2007, 2010 y 2013. Windows XP SP3, 7, 8 y 8.1 en fase de prueba. Están a la orden para cuando los necesites.

      Eliminar
    2. Cuando quieras, están a la orden. Tengo los instaladores de Autocad 2008, 2009, 2011, 2013, todos en 32 bits y 2013 en 64 bits. Office 2003, 2007, 2010 y 2013. Windows XP SP3, 7, 8 y 8.1 en fase de prueba. Están a la orden para cuando los necesites.

      Eliminar