domingo, 19 de octubre de 2014

Haciendo trampa.

Finalmente arreglé la tubería como debe ser. La primera arreglada, es decir, la provisional, fue casi un mes después de que me incendiaran la tubería de agua. Tenía las reservas completamente llenas, así que, con un poco de redistribución de uso, logré que me rindiera hasta poder arreglar la tubería.

Debo aclarar, que hice trampa. El agua de las reservas, las utilicé exclusivamente para ducharme y cocinar. Aproveché el cariño de mi dulzura, y su crítica respecto a que mi ropa olía a jabón, para que me lavara la ropa de dos semanas. Ahora que lo veo, me da bastante vergüenza decirlo, Menos mal que estas entradas las lee tal vez una sola persona, así que tampoco tengo qué esconder, total, estoy consciente de que soy un tanto abusador.

Todo el agua que bajaba del fregadero, se recolectaba para luego echarlo a las pocetas. El tiempo de ducha servía para lavar la muda de ropa diaria, salvo los jeanes. El agua potable se reservaba para cocinar, pues lo que es agua para tomar, me aseguraba de consumir la que el cuerpo requiere en la oficina. Para ser un hippie, creo que no está nada mal. Todo esto me servirá para proyectar el edificio inteligente, algún día, que no será hoy.

Con la tubería arreglada definitivamente como debe ser, el tanque lleno, y dos envases adicionales que desocupe, pues estaban ocupados por las checheres de mamá. Estaba para volver a batir el récord, quizás unas cinco semanas. Menos mal que esa locura se vio truncada con una llamada telefónica: el edificio de mi hermano se quedó sin agua, al igual que su apartamento. Mi hermano, al igual que yo, es demasiado orgulloso para pedir algo, así que, estando él en el trabajo, su esposa, mi cuñada, la cuaima-rasic park, Al igual que mamá, nunca tuve nada contra ella, algo que no era recíproco. Por alguna razón nos odia a muerte, como si fuéramos los culpables de toda su inexistente desdicha: un esposo amoroso y hogareño, dos niñas cariñosas e inteligentes, un apartamento pequeño pero acogedor, un carro con el que ir y venir, y paseos familiares frecuentes. Aún así nos odia. Finalmente ella hizo la llamada. Necesitaba agua.

Siempre me pregunté como reaccionaría cuando esta situación se presentase. Y ocurrió exactamente como yo esperaba. "Trae lo necesario". Esas fueron mis palabras. No sé de donde mi hermano sacó seis contenedores de 20 litros, lo cierto, es que mi cuñada llegó a mi casa, (vivimos a pocas cuadras, sin embargo no nos visitamos). con esos seis contenedores en una carretilla. Me encargué de llenarlos y llevarlos hasta su apartamento. Con eso, vació mis dos envases, y una tercia parte del tanque. Según mis cuentas, les debe de rendir para escasos dos días. Es que son en total cuatro personas, y a diferencia de mí, no tienen comodines para hacer trampa.  Con un tercio restante de tanque, debe de durarme sin problemas unos cuatro días, sin la locura de reciclar el agua, claro está.

Se supone que el agua llegará mañana. Buenas noticias para todos, para mí, y para la familia de mi hermano. Esperemos. Vivo en Maracaibo, ciudad llena de sorpresas. en especial con lo relacionado a los servicios públicos. 


2 comentarios:

  1. Qué coincidencia: acabo de terminar un proyecto en el que el dueño ha querido que le diseñemos un depósito en el sótano para reciclar las aguas residuales (las de la lavadora, lavavajillas, ducha, bañera y lavabos) y las pluviales. Las quiere utilizar para regar el jardín (le aconsejé que no reciclara el agua de la lavadora: suelen ser más agresivos los detergentes que se utilizan para lavar la ropa, pero no me hizo caso). Claro que será como matar moscas a cañonazos porque ahorrará en agua, pero se va a gastar un pastón en elevarlas hasta la cota del jardín (unos tres metros).

    Cuanto más cosas cuentas de tu ciudad, más os admiro: me alucina lo pacientes y tranquilos que sois. Aquí sería imposible estar tres o cuatro días sin agua. De tarde en tarde la cortan y se arma un enorme jaleo y suelen poner denuncias a la empresa que la distribuye alegando que la falta de agua le ha quemado el motor de la lavadora.

    Me has hecho recordar mi época de estudiante universitaria. También yo hacía trampa (aunque el agua jamás escaseaba). Cogía toda la ropa sucia y la llevaba a casa de mi madre. Antes de volver a mi piso de estudiante, tenía la ropa lavada, con olor a suavizante y planchada.

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  2. Aquí no se monta jaleo, porque los servicios básicos son del gobierno y por ende protestar es como tirarle piedra a tu propia casa: te cansas, te jodes y no te paran ni bigotes.

    Extrañamente quienes estan sobreviviendo mejor a la crisis del agua son las casas. Pues ya estaban desde siempre con el agua racionada y ya tienen sus propios tanques de almacenamiento.

    En cambio, los edificios, que cuentan con tanques justo a la medida (tres dias sim agua) se quedaron cortos, obligando a la administración racionarla, empleando horarios de suministro al día. Todo una locura. Gracias a dios, y al parecer, las lluvias apaciguaron la sequía y están volviendo al suministro original

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