jueves, 22 de octubre de 2015

Cuál es nuestro límite?

Sigo sin internet en casa. Ya voy por dos semanas. el récord extraoficial hasta el momento es de tres meses, y el oficial ya ronda mes y medio, publicado incluso en el periódico. Aclaro que esta entrada no se refiere a eso, que ya es el pan de cada día de todos los venezolanos.

Desde el lunes en la tarde, el edificio de la oficina (una residencia, de 10 pisos, con un total de 20 familias) se había quedado sin agua en ninguno de sus tanques, y habría que esperar hasta el miércoles en la noche para que llegara desde el suministro municipal. (hay un racionamiento de agua producto de la sequía, sólo se bombea un día de agua a la semana, y cada quien recoja lo que pueda).

No se como apaliarían los demás hogares, pero la del jefe (la oficina es uno de los cuartos del apartamento con un acceso separado) el cual tiene reserva para un día se ha quedado sin nada para el día martes. Un día en el que me escabullí para atender un asunto delicado en la familia de mi dulzura, un día en que su columna no le dejó de doler, un día en el que no había ni agua para beber, y mucho menos para bañarse, se suma a que su coche se  ha quedado sin aire acondicionado y la reparación cuesta lo que costó el el vehículo completo hace dos años.

Vi como el hombre con más autocontrol de mundo perdió el control. vi como la persona más sensata del mundo casi tira la toalla. pero como nunca falta el quien le eche una mano, y 60 litros de agua, le convencí para que fueramos a mi casa a buscar agua, al menos la que pudiesemos transportar en un coche, y llevar en unos botellones. Agua suficiente para que dos adultos, dos adolescentes y una pequeña de siete años pudieran bañarse.(al menos creo yo, al día siguiente había aún un poco de agua en los envases).

No lo hice por agradar, y menos por un gracias, lo hice porque en alguna ocasión alguien me tendió la mano cuando me hizo falta, alguien me dio agua cuando estaba casi a punto de morirme de sed, y esa persona me dijo, "cuando a alguien le falte algo que tú tengas, sin importar si te llega a sobrar o faltar, brindáselo, y así, sigues con la cadena"

Ojalá esa cadena algún día se extienda por el mundo entero. Ese día se acabarán las guerras, el hambre, las penurias, mientras continuamos sobreviviendo a este mundo cruel, lleno de injusticias, donde el justo muere pobre y el corrupto vive rico.


1 comentario:

  1. Ooooooooooooooooh, increíble. Aquí no aguantaríamos ni dos días. Espero que al menos los de Internet no te cobren durante los días que no te proporcionan servicio. Los caradura de mi compañía sí me cobraron durante los dos días que nos tuvieron a ciegas. Tienen la obligación de arreglar la avería en menos de 24 horas; pero se quedaron sin routers porque a muchos más usuarios les ocurrió lo que a nosotros: se les quemó la instalación por completo.

    Qué bonita la cadena de favores. Así se consigue un mundo mejor.

    La semana pasada, cuando estaba en la dentista, la mujer respondió a una entrevista telefónica que le hacían de un periódico. Ella y algunos otros dentistas se ocupan a arreglar los dientes a las personas sin recursos, completamente gratis. Es tan raro que hoy día se hagan favores de forma desinteresada que hasta sale en los medios de comunicación.

    (Ah, he vuelto. Estaba muy liada con el trabajo. Echaba de menos leer tu blog).

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