sábado, 3 de octubre de 2015

Actos de Dios

Demasiado tiempo sin escribir. Mi mente ya no está tan afilada como solía serlo.

Hoy vi demasiadas epifanías juntas, todas, apuntando a un inexorable y fatídico final. De una u otra forma, la humanidad perecerá, por una u otra causa. La gente no volverá a ser la misma, las cosas no podrán ser como algunas vez fue. Tan lejano me suena, poder vivir con las puertas de las casas abiertas, sin temor de lucir la joya familiar en tu cuello o en tu brazo, de estar en la calle después de que el sol se oculte y no sentir temor alguno. Tan lejano en espacio como todo Centroamérica o cualquier océano, o en tiempo como los años 1950.

Hoy le pregunto a mi hermano, ¿podremos ver eso que nuestros abuelos vivieron? su respuesta, llena de sabiduría, y una verdad tan obvia, era un rotundo "no, el corazón del hombre es fácil de corromper, y una vez corrupto no tendrá marcha atrás. Mira a tu alrededor, mírame, mírate, ¿matarías a otro para salvarte? le quitarías a otro para que los tuyos tengan? ahorita te es fácil decir que no, pero cuando la ley de je de existir, cuando el mundo no sea el que reconocemos, dirás lo mismo? y seamos honestos, una vez que lo hagas, no habrá marcha atrás, y tu bien sabes eso, mejor que yo"

Por primera vez, en mucho tiempo, siento la crueldad de la realidad, por primera vez en muchos, quizás demasiados años, he perdido mi actitud de hippie, mi actitud de que la vida se abre paso, de que aún se puede hacer algo  por un mundo mejor, por primera vez, eso me suena tan... excremental.

Y para colmo de remate, el bigbang el cual supone el inicio de todo, resulta que también tiene un fin, trillones y trillos, y quien sabe cuantos más ceros adicionales, pero el universo simplemente se acabará. Sé que el sol algún día se expandirá tanto que engullirá a la tierra. Se también que nuestra galaxia chocará contra la de Andrómeda. Estoy consciente que no veré ninguno de esos eventos, pero tengo fe de que la humanidad, haya superado en ese lapso de tiempo sus conflictos, y haya hecho lo necesario para sobrevivir, pero aún así, por más que haga, llegará el momento en que simplemente deje de existir.

Me niego a aceptar ese resultado científicamente correcto, al menos hasta el momento, me niego a creer que todo lo que ha ocurrido a lo largo de las eras haya sido en vano, me niego a esa verdad, no merecemos eso, merecemos algo más que la verdad, merecemos que se nos recompense por nuestra fe. Demasiadas ideas en la cabeza pro el día de hoy, y suficientes letras, para casi un año sin escribir. Mañana es un nuevo despertar, mañana me pondré hippie de nievo, colgaré mi sonrisa de nuevo en la cara, y me enfrentaré al mundo cruel con mi frase, si fuese fácil, cualquiera lo haría, mientras a ver como carrizo me baño con 20 litros de agua y que otros 20 me rindan al menos hasta que la semana termine. Detalles en la próxima entrada, espero que sin tanto tiempo de separación, menos sentimentalismo, un poco más técnico y menos melancolía de por medio. 

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