lunes, 5 de octubre de 2015

Plan Reducción de uso de agua 2.0

Por un motivo fuera del alcance de mi voluntad, mis reservas de agua potable, tanto para consumo como para uso, se han reducido de una semana, a un tanque vacío. Sólo me quedan menos de 80 litros de agua almacenados en unos baldes que suelo usar de apoyo extra y para lavar (casa de herrero, cuchillo de palo).

A diferencia de la última vez, en donde el agua estaba en el tanque, esta vez la precariedad es aún más notoria. Supongo que ayuda un poco a tener un mejor sentido del ahorro. Por ahora, mínimo de utensilios de cocina sucios, y todos a la nevera una vez usados. Nada de lavar ropa, y toda agua que pase por mi cuerpo o por cualquier cosa que se lave, directo a otro envase para enjuagar el inodoro. Bastante incómodo, pero es necesario.

La parte positiva es que tengo en el refrigerador un total de 3,5 litros de agua, los cuales, a 1 litro diario, me alcanzará para sobrevivir unos tres días más, suficiente para que el agua del suministro llegue y me saque de esta situación.

Doy gracias a Dios que mi dulzura en este instante está en este instante en su casa cuidando a su abuela, No sobreviviría un día así conmigo. A diferencia de mi, ella es más... citadina, más maniática con la limpieza, más fácil de estresarse y más fácil de perder el control. Supongo que or eso nos llevamos bien, yo la lastro en su estrés, y ella me empuja a ser menos hippie.

Hablando de estrés y de miedo, al fin logré convencerla de ir de pasajero en moto conmigo. NO me ha ido tan mal, bueno, salvo que estuve casi todo el trayecto sin poder respirar, pues mis pulmones estaban comprimidos.

1 comentario:

  1. Vaya, yo no aguantaría ni dos días en esa situación. Necesito ducharme diariamente. Si no me ducho, estoy de mal humor.

    Cuando vine aquí tuve problemas con los cubiertos: no tenía porque se suponía que la estancia en esta ciudad era algo eventual. Al final compré en un bazar chino una bolsa de palillos de madera de usar y tirar. Platos de plástico y los palillos. Fregar los platos era de los más cómodo: todo terminaba en el cubo de la basura.

    Ponte como ejemplo ante tu Dulzura: tú estás intacto viajando a menudo en moto, ella también lo estará. Aunque no me extraña nada el temor. Aquí hay que tener mucho cuidado con los despistados que abren las puertas de los coches sin mirar si viene un vehículo y terminas estampado contra ellas como un mosquito en un parabrisas ¡plot!

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