lunes, 5 de diciembre de 2016

Algo bueno entre tantas cosas malas

Creo que ya es imposible seguir quejándose de la difícil situación que vive nuestro país, en todos los aspectos, sean políticos, o sociales, económicos o culturales, pues aun estamos en el principio del fin.

Al contrario, es difícil encontrar algo bueno para mencionar. Sin embargo, mientras en el mundo se suscitan tantas noticias en torno al racismo, he notado, que Venezuela ha sido, similar a Estados Unidos, un país de inmigrantes, provenientes de Todos los continentes.

Aclaro: lógicamente tendemos a encasillar a cada nacionalidad en su profesión habitual: portugueses como panaderos, árabes como vendedores de muebles y electrodomésticos, chinos con sus víveres y restaurantes... pero al momento de toparnos con una "anomalía", pues simplemente la aceptamos.

Sigo sin entender como es que existe racismo en el mundo. Sigo sin entender por qué hay gente que cree que un fenotipo puede conferirle más o menos habilidades profesionales a una persona. Entiendo, que la genética puede pre-disponerte para alguna actividad en particular (yo jamás seré deportista, y otros jamás serán nadadores olímpicos) pero no veo por qué alguien de piel tostada como el café no pueda ser médico, o que un piel amarilla no pueda ser ingeniero. 

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