jueves, 20 de noviembre de 2014

Dilema existencial.


No tengo ni idea de qué le dio título a esta entrada. Lo tenía como borrador, supongo que hace más de cuatro semanas, así que no me acuerdo en lo absoluto del motivo. Total, como todo buen chino, que no desperdicia nada. (limpio los frascos de salsa con la pasta, el tubo de pasta dentrífica queda sin pasta, y la olla de comida la repaso con el contorno que tenga a la mano, sea arroz, pasta o pan) haré uso del título para algo que tengo en mente.

Por una parte, disfruto mucho estar aislado. De ser posible, vivir como un hermitaño, lejos de la civilización, del contacto humano. Por otra parte, mi arraigada tecnopatía, me impide abandonar esta sociedad. Aunque admito que sé sobrevivir a los apagones de hasta cuatro días, estar sin intenet por semanas, sin servicio de agua hasta un mes. La verdad es que me siento incómodo sin esas facilidades.

Supongo que puedo echarle la culpa a mamá y a mis profesores de universidad. Mi madre siempre me inculcó la idea de no platicar nada con nadie, pues los secretos sólo son seguros consigo mismo. A menos información tengan de nosotros, estamos menos vulnerables y expuestos. Volviéndome seriamente introvertido, (en este punto admito que es una acusación muy injusta, pero es mi entrada es mi razón). A pesar, de que ya soy menos introvertido, soy bastante reservado a contar mi vida personal, me limito a hablar de política, cosas de la carrera, comida, cocina, pero nada de mi vida personal. Me atrevería a decir que quienes leen mi blog, conocen mejor mi vida que mis más allegados.

Por otra parte, tuve una profesora, que dijo "los problemas de uno, los resuelve uno mismo¨ y otro que dijo " el que mucho habla mucho caga, el que poco habla poco caga, el que no habla no la caga" y el que más me marcó: "quien te entiende, no tienes que explicarle nada, quien no te entiende no vale la pena explicarle, porque después se enreda la petaca. Si lo que quieren es resultado, dénselos y listo, digan según los cálculos, según las cuentas y listo"

Extrañamente, la mayoría de la gente que me rodea, sean conocidos, o gente que simplemente comparte una temporada y ya, no tienen esa perspectiva. Me toman como si fuera su confesionario o su confidente, contándome absolutamente todo a cerca de sus vidas, como si me presentasen su biografía, incluyendo temas que yo jamás mencionaría, (tal vez lo haga en este blog).

¿Es que soy yo el que está mal? ¿Acaso escribir en este blog no ratifica el hecho de que necesitamos expresarnos? ¿de que deba compartir mi interior (no confundir con ropa íntima) con otra persona? Mientras mi dulzura me cuenta de todo, yo me limito a decir que mi vida es monótona, que en la oficina soy yo sólo contra el mundo entero, y que mi vida está circunscrito por una pc y un celular, que por cierto mañana tengo que ir a comprar la SIMcard para ponérselo al potecito de reserva. Por cierto, ahora que lo veo, pareciera que me estoy volviendo emo, mejor y escribo algo más... o mejor dicho, menos, sentimental.

2 comentarios:

  1. Creo que yo también hago lo mismo: cuento más en mi blog que a la gente que me rodea, incluido mi marido. Pero porque hay cosas que le aburren. No creo que le pudiera hablar de los libros que leo. No le interesa mucho la literatura de ficción. También hago comentarios sobre su madre a los que pondría caras raras.

    En una ocasión mi cuñada leyó una entrada en la que hacía alusión a que su hija es más madura que ella. Pensé que se enfadaría. Pero su reacción fue todo lo contrario: me dijo que la conocía muy bien y se partió de risa.

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  2. Tal vez sea cierto lo que dices. Gracias al blog, tengo una confidente y psicóloga del otro lado del charco. Os ruego no me vayas a cobrar por consulta. De antemano pido disculpas por no comentar, y no comentaré, respecto a tus dos entradas referente al libro del Maestro Antonio Muñoz, en esa parte soy humillantemente ignorante, y no quiero meter la pata.

    Recuerdo la ocasión que mencionas. Esa visión se me hace familiar. se parece un poco al de mi jefa y su hija mayor, salvando grandes distancias, en el hecho de que mi jefa es completamente independiente, mientras que su hija no sería capaz de sobrevivir sola en la casa el tiempo que dure el pan, pues sin microondas, la comida no es fácil de recalentar... como te dije, casa de herrero, cuchillo de palo.

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