Una vez más, no me percaté que tengo buen rato sin escribir. Desde que se me terminó el proyecto principal, aparte de entrega otro en tiempo record, mi mente de manera metafórico se fragmentó, sufrí algo similar a un colapso multiple, sin lograrme concentrar, me siento aún excesivamente disperso, sin poder fijar mi atención y tampoco puedo corregi mi disciplina. Adicionalmente, mi rendiminento físico está bajando drásticamente, cosa que también me pone de preocupación.
No hace mucho, también agarré un malestar horrible, entre los cálculos renales que volvieron (no sé si ya se habrá ido, espero que sí) y sumado a una tos que, al menos ya no estoy manifestando.
Esta mañana tuve una epifanía, de esas que te cachetean y te ponen un poco en perspectiva, pero creo que aún no lo suficiente, como para "reiniciar" mi cerebro. Dios mediante que, a partir de esta noche, empiece todo a normalizarse.
Por lo pronto, tantas cosas que toca escribir, un poco entre poner en orden mis ideas,, dejar esto algo como un recuerdo de lo que ha pasado y a todo eso, pues que esto sirva de terapia.
Polarización a todo nivel.
No me había fijado que el algoritmo de youtube me estaba haciendo haciendo una super jugada de distracción, a puntas de shorts, reacciones y radicalizaciones, me encerró en una cámara de eco que ahora me cuesta apagar. Básicamente, aparte de abstraerme, me estaba polarizando sin darme cuenta. Agradezco el sentido crítico que Dios me ha brindado, aparte de algún video que ayuda a aterrizar. Gracias, Pinshilore, por servir de mediadora entre tanta polarización, lástima que uno de tus consejos me llegó muy tarde. Me reservo cuál es, porque será un secreto que pretendo llevar a la tumba.
Parte de la epifanía, tiene que ver con lo anterior. visibilizar contenido tóxico o redundante no tiene sentido, es un gasto innecesario de energía. Con la misma filosofía, toca ver que parte de mi día, gasta innecesariamente mi energía y no me permite emplearla para lo que en verdad quiero. Ya apagué varias cosas, algunas aún no, pero ya va también por la misma vía. Sólo hace falta un poco de fuerza de voluntad.
Se nos fue otro papa
Hoy, 21 de abril de 2025, nos deja el Papa Francisco. Hoy su muerte se volvió trending topic. No sé cuantas guerras se habrán detenido, cuántas locuras de gobernantes se habrán pospuestos. La pregunta es retórica, el mundo sigue avanzando, pues si la muerte de miles y millones no paralizan el mundo, dudo que el de una persona lo haga. Creo que fueron muy pocas personas cuyo fallecimiento en épocas modernas haya paralizado el mundo. Creo que la única que, creo yo, haya sido la princesa Diana. De estar viva, tendría 64 años. de seguir viva, como se vería? igual de radiante, de bella? o entre canas, arrugas y escándalos su imagen inmortalizada cambiaría?
Retomando el tema del fallecimiento del papa, me sentí todo un erudito al recordar la pelicula Angeles y Demonios, la secuela del Código Davinci. Nada que un video solo fonseca o similar, te ponga al día de dicho acontecimiento, la oscura política detrás de la religión más influyente del mundo y darse cuenta de lo poderoso y banal, de lo infinito pero ínfimo, que es la vida. Me recuerda a una frase que escuché de una película: "que es jerusalen? No es nada. Y a la vez lo es todo". creo que así es la vida, las emociones, los sentimientos. Nada en este mundo vale la pena y, a la vez, lo vale todo.
Por qué lo hacen
Una vez regresaba de rodada desde potreritos. Tenía la lengua de corbata, pedaleaba únicamente porque era lo único que podía hacer. Un motorizado nos pasa por un lado y nos pregunta: "qué gracia le ven a esto". Atiné a contestarle que es como beber, fumar o ser promiscuo. No hay un motivo aparente, sólo se disfruta y ya. Ahora tengo un concepto más ilustrativo, trás lograr una a una cada rodada, cada lugar conquistado. Es cómo una tremenda sesión de sexo maratónico que, tras culminar, quedas tendido con la mente en blanco, quizás recordando lo que se hizo, con la mente rememorando cada sensación, sintiendo que no tienes ni una gota de energía en el cuerpo, que estás que mueres y aún así lo harías de nuevo. Algo así se siente cuando regresas a casa, después de conquistar ese lugar al que querías llegar.
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