Jamás se me olvidará una anécdota que nos contó la profesora de historia universal, de nombre Dolores: una amiga le rechazaron la tesis sólo porque dijo "guerra sutil". La razón? Una guerra jamás será sutil.
Con tantos conflictos bélicos suscitando a nivel mundial, algunos más prolongados que otros, algunos más mediáticos, otros más justificados y muchos otros simplemente ignorados porque no causan el mismo nivel de sensacionalismo, una youtuber que sigo, lo cual no significa que esté siempre de acuerdo con ella, lanzó desarrolló la frase "nadie va a pensar en los niños" de una manera espectacular. Una vez más, no es que esté de acuerdo con ella, pero la forma en que lo plantea no deja de ser interesante y puede perfectamente ser un tema de debate.
Sin embargo, mientras escuchaba sus argumentos, me vuelve nuevamente a la cabeza la frase "una guerra nunca es sutil". También recordé las tácticas y estrategias crueles que se aplican en toda guerra, la psicosis que atraviesan los soldados en el campo de batalla, pero por sobre todo la hipocresía de los llamados "crímenes de guerra": Escopeta no, gas neurotóxico sí; matar niños no, lanzar napalm sí; destruir escuelas no, devastar una ciudad entera sí... y así podemos extender esta lista.
Con lo dicho anteriormente, debo aclarar que atrocidad es atrocidad, y el asesinato de toda persona, sin importar edad, género, contexto es un crimen. Pero cuando se está en un campo de batalla, con la visión borrosa, el pulso acelerado, con la muerte colocando su guadaña en tu cuello, jalar el gatillo es una opción más viable que exponerse a la suerte. Para aquellos donde la guerra es un juego de ajedrez que se disputa desde una oficina, donde las muertes son sólo meras cifras, que no tienen ni rostro ni sentimiento, pues es sólo eso, una mera cifra. Es jugar al Age Of Empire, sólo que con "piezas" reales. Si bien me encanta el juego, yo no lo haría.
Ahora toca volver a la redacción principal, que ya estoy a nada de terminar otro proyecto.