El título, para quien lo lea desde otro país, incluso desde otra ciudad, no entendería cómo es que ya estamos acostumbrados a estar sin servicio de agua potable (solo de nombre, porque está lleno de barro y quién sabe que otras cosas más) por más de una semana. Apra está ocasión, creo que ya pasamos de las tres semanas.
Con su llegada a la casa, los planes cambian drásticamente: jornada de lavada, de limpieza, de recolección de agua, de filtración de agua... En fin, todo lo relacionado a ese vital líquido.
Esperemos que se quede por lo menos dos días más, que me permita recoger unos 100 litros más de agua filtrada y así poder resistir un poco mejor la siguiente sequía.
Y para cuando yo relea esta entrada, aún tengo trabajo pendiente por sacar. Pero allí vamos.
Con su llegada a la casa, los planes cambian drásticamente: jornada de lavada, de limpieza, de recolección de agua, de filtración de agua... En fin, todo lo relacionado a ese vital líquido.
Esperemos que se quede por lo menos dos días más, que me permita recoger unos 100 litros más de agua filtrada y así poder resistir un poco mejor la siguiente sequía.
Y para cuando yo relea esta entrada, aún tengo trabajo pendiente por sacar. Pero allí vamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario